Aunque en un principio pensé
que me iba a tragar un bodrio, pues la película es un tanto fría, y a ratos
confusa, tengo que decir, que “Danger Close: La batalla de Long Tan” (2019) me
ha parecido una aceptable cinta de cine bélico, basada en un hecho de la Guerra
del Vietnam que desconocía, en el cual, 108 soldados neozelandeses y
australianos, resistieron el ataque de dos mil soldados norvietnamitas,
aguantando su posición durante todo el ataque, que duró tres horas y media, sin casi munición. La victoria se la apuntaron los dos bandos, aunque es verdad que los norvietnamitas fueron goleados por diferencia.
La película se basa en la presencia,
escueta, de soldados australianos y neozelandeses (1966) en dicho conflicto,
dato que hoy en día muchos desconocen. Con quince pequeños blindados, algunos helicópteros
y unos cientos de hombres, tanto el Gobierno australiano como el neozelandés,
quisieron apoyar al Gobierno norteamericano en su lucha contra el comunismo en
aquella parte del planeta, y nada mejor que mandar a muchos chicos que no
llegaban a los veinte años a partirse la cara por la zona.
La presencia de Travis Fimmel
(“Vikingos” o “Warcraft”)
es anecdótica, pues no es que haga una gran actuación que digamos, y el final de la
película, con fotos y grabaciones reales de hace sesenta años, de los
verdaderos soldados, pone los pelos de punta. Posteriormente, busqué
información sobre el hecho, y la película narra más o menos lo que pasó. Tiene
momento de emoción, sin músicas épicas ni heroísmos absurdos a los que nos
tienen acostumbrados los yanquis (esta película no les gustará a los
americanos) y escenas de cierta tensión. A mí, sin tirar cohetes, me ha
gustado.
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