Trigésimo
cuarto tomo de esa colección tan fantástica que es “Historia de España en
viñetas”, que viene con el título de “Cajamarca” (Cascaborra, 2021), de la mano
de Santi Selvi (guion) y Luis Morocho (dibujo), y que yo, como extremeño,
conozco tan bien…
Y
es que Cajamarca fue un punto de inflexión, un antes y un después, en el
Imperio Inca. El mismo Imperio, otrora esplendoroso, ha pasado por una terrible
guerra civil que ha acabado con el Gran (Sapa) Inca Atahualpa en el poder tras
derrotar, y ejecutar, a su hermano Huáscar.
La
llegada de los españoles no es desconocida para Atahualpa. Ya desde los tiempos
de su padre, sabían de la existencia de estos barbudos, aunque a diferencia de
los aztecas y otros pueblos, ellos sabían que eran hombres normales y
corrientes, aunque infravaloraban su poder militar.
El
conquistador trujillano Francisco Pizarro, en compañía de su hermano Hernando y
otros 168 soldados, penetran en el Imperio Inca y piden entrevistarse con
Atahualpa.
El rechazo de este a una Biblia, que acaba rodando por los suelos, le da a los españoles la excusa ideal, 15 y 16 de noviembre de 1532, para alzarse con el poder frente a unos desprevenidos incas que ven como su Sapa Inca es retenido por los españoles.
El precio de su rescate, en oro y plata, se retrasa, y la llegada de miles de guerreros incas a la zona, precipitan la ejecución de Atahualpa y el destino definitivo del Imperio…
Un
gran cómic, comentado desde el punto de vista de una familia hispano-peruana,
que mira a las estrellas desde Cajamarca, y cuentan, a su hija, los hechos que
acontecieron 500 años antes… Más que recomendable, sin dudarlo, ya que narra
estupendamente, un episodio que ya no se cuenta en los colegios, ni en los
institutos…
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