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jueves, 1 de octubre de 2020

Kampfgruppe ZBV. Batallón de Castigo (EDT, 2012) Motofumi Kobayashi

 

        “Kampfgruppe ZBV. Batallón de Castigo” (EDT, 2012) es el tercer cómic que me leo de Motofumi Kobayashi (guion y dibujo), tras “Omega 7” y “Operación Barbarroja”, y por ahora, creo, que es el último, no porque no me haya gustado, sino porque no he encontrado, de momento, nada más editado en castellano de este mangaka japonés.

 

Hay un par de viñetas en el cómic que no están traducidas del inglés. Esta es una de ellas.

        Este es un cómic que ya tiene sus casi treinta años desde que salió en pequeños fascículos en Japón. Primero apareció en una revista de aeromodelismo, y posteriormente, durante ya entrados los noventa, en un par de revistas mangas, siguiendo el mismo formato.

 

        Motofumi no estaba muy de acuerdo con el dibujo, que a él le parecía horrible, aunque a mí me gusta, y para la reedición integral definitiva japonesa de 2003, cambió algunas partes de los dibujos. Igualmente, hubo páginas enteras originales que perdió la editorial y tuvieron que tirar de fotocopias en los últimos capítulos, modificando ostensiblemente el dibujo, justo antes de que la serie se diera por concluida, y Motofumi tuviera que cerrar el círculo antes de tiempo, ya que pensaba seguir con dos de sus personajes hasta el final de la guerra…

 

Infantería cubriendo a los Tiger... Bueno, más bien cooperando, o más bien Tiger sacando de apuros a la infantería

        En “Kampfgruppe” Motofumi parte de un hecho real, la creación de batallones de castigo alemanes (Strafbataillon), desde 1935, en el cual se metía a soldados desertores, criminales, objetores, religiosos y homosexuales, con un entrenamiento básico, armamento anticuado y uniforme de la Werhmacht sin más distinciones que un triángulo rojo identificativo. Dichos batallones eran utilizados como “carne de cañón” en el frente oriental fundamentalmente, siendo el “999” el más famoso, y por donde pasaron miles y miles de hombres bajo vigilancia de otras tropas, normalmente SS, que se encargaban de que no hubiera deserciones en estos grupos (donde, curiosamente, no las solía haber).

 

La gran cagada de Motofumi en el cómic es esta viñeta: ¿Radares en los tanques?

        El cómic se basa en un grupo ficticio, en el que Motofumi se toma muchas licencias, ya que los arma con Tiger y buen armamento (algo imposible), y mucho coraje, para hacer frente a oleadas de tropas soviéticas en misiones suicidas a través de siete episodios llenos de acción a raudales, indisciplina y muchos cañonazos.

 

          En el apartado “malo”, diría que no es el dibujo lo que más chirría de la historia, a pesar de que Motofumi así lo vea, sino una narrativa caótica que se pierde en sus viñetas, confundiendo al lector continuamente, y es que la historia en sí, es difícil de seguir en muchas ocasiones. Aun así, lo he disfrutado, y espero que no pase mucho tiempo antes de que vuelva a caer un cómic de Motofumi Kobayashi en mis manos.

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