Había pasado Mayo del 68, y
Pierre Christin (idea, guion) tenía una idea en la cabeza sobre el capitalismo,
hadas, y malvados directores de empresas mineras. Jacques Tardi, el dibujante,
(uno de mis autores franceses preferidos, del que ya hemos hablado alguna vez
por aquí, en “La
guerra de las trincheras”, “El
último asalto” y en los tres números de “Yo,
Réne Tardi. Prisionero de guerra en Stalag IIB”) se enfrascaba, por primera
vez, en una historia larga, ya que hasta la fecha aún no había publicado
ninguna, y era poco conocido.
En 1972, publicaban en la
revista subversiva “Pilote” la historia “Rumores sobre el Rouergue” (Edicions
de Ponent, 2015), que les ocupó dos números, basada en la historia de una mina de
cobre cerrada, en una remota zona de Francia, en la que se ha fijado una
empresa minera, y a la que mandan a un prospector, el norteamericano Palmer,
que no regresa de su visita.
Pronto, los directivos
empresariales, descubren que la mina y la zona, está protegida por “el pueblo llano”,
una panda de hadas, elfos, duendes y otros seres mágicos que no van a permitir
que reabran la mina, y se carguen el bosque cercano de Cassaniouze. Para ello,
usarán todo tipo de sortilegios mágicos, e incluso levantarán en huelga a los
mineros españoles allí desplazados.
Tardi
Irreverente, cargada de humor,
y con un claro mensaje ecologista que ya ha cumplido sus cincuenta años, “Rumores
sobre el Rouergue” nos trae a la mesa, un problema, que ya preocupaba a finales
de los sesenta y principios de los setenta, con el surrealismo como protagonista
de un hecho, la apertura de la mina, muy real.
Pierre Christin
No hay comentarios:
Publicar un comentario