Después de leer ¡Fraude!
(Norma, 2009), decidí buscar más información sobre Elmyr de Hory en internet,
en youtube y por donde fuera. Por un lado, llegué al magnífico libro de Diego
Feliu, del que os hablé hace poco tiempo, “Desmontando
a Elmyr” (Sloper, 2018), y, por otro lado, llegué al canal de Youtube
de Antonio García Villarán, donde descubrí algunas cosas que no sabía, pues
aún no me había leído el libro de Feliu, y él, al parecer si, clarificando
algunas de mis dudas sobre el supuesto falsificador de obras de arte más
embustero (y raro) del S. XX.
Pronto, me enganché a
los vídeos de Antonio (artista, profesor y doctor en Bellas Artes), que son la
mar de recomendables, y de ahí que decidiera comprarme su libro “El Arte de no
tener talento. Revolución Hamparte” (Planeta, 2019), a pesar de que ya había
leído algunas críticas negativas (¿Cómo no?) del mismo.
“El Arte de no tener
talento” es la versión en papel de los vídeos colgados por Antonio en Youtube,
divididos en una introducción, catorce capítulos y una buena bibliografía
final.
Tenéis desde su
Manifiesto Hampartista, donde define que es ese término que se ha hecho viral
en muchas redes sociales para definir determinadas “obras de arte”, (yo, ya se
sabía desde hace tiempo, soy hampartista perdido), hasta sus reflexiones sobre el
arte abstracto, el surrealista, el actual, las mujeres en el arte y la censura
y el marketing… Entre otros temas.
A mi el libro me ha
gustado mucho (su canal también). Va por la segunda edición, y no me extraña,
ciertamente. Es claro, cuenta experiencias y opiniones personales, y da algunos
consejillos para los jóvenes artistas. Había cosas que me sonaban de su canal,
como os comento, pero, desde luego, es de lo más recomendable. Por fin, un
tipo, Doctor en Bellas Artes, dice cosas que todos hemos pensado muchísimas
veces... Yo, mismamente, en la carrera (hace 25 años) flipaba con algunas obras
del S.XX, explicaciones sobre el tema (interpretaciones que te daban los
eruditos profesores de la facultad), y su importancia en la Historia del Arte.
De hecho, dos veces consecutivas, aprobé las Oposiciones de Geografía e
Historia en Extremadura, defendiendo el tema “Picasso, Dalí y Miró”, diciéndole
al Tribunal de turno cosas que ni yo mismo me creía (sobre todo de Miró), pero
cualquiera decía lo contrario…
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