Élite (2018)

        Fue mi sobrino Pablo quien me habló, por primera vez, en Matalascañas, de la serie de Netflix “Élite” (2018), que va por la segunda temporada, y con una tercera ya viniendo…

        La verdad es que, desde el principio, ha conseguido engancharme. Tres chicos becados que llegan a “Las encinas”, u instituto elitista, de gente muy pija, donde los tres lo tienen bien difícil. Pronto, empiezan las movidas, los problemas y el sexo entre ellos.

        Es una serie curiosa, donde, cada vez que salen en clase, es para hacerles un examen, y donde actores de casi treinta años, se hacen pasar por quinceañeros (curiosamente, como en “La casa de papel”, de donde provienen un buen puñado de actores).

        El tema principal, aún así, es la investigación de un asesinato de una de los personajes principales de la primera temporada, y, posteriormente, a ello se le une la desaparición de más personajes en la segunda. Pero hay otros temas que trata la serie, con seriedad y con naturalidad: La homosexualidad, las drogas, la diferencia de clases sociales…

        Una palestina y su hermano camello y gay, un pijo que es el gallo del corral, un voyeur que descubre su bisexualidad, un kinki que se enamora de una chica pija, una choni que se enamora de un tolay, dos medio hermanos mexicanos enrollados entre sí, una chica normal que intenta aparentar ser de una familia rica… Odios y alianzas nuevas en cada uno de los episodios… No me extraña que, a mi sobrino Pablo, la serie le enganchara. Fiestas, música estridente, discotecas y saraos, pijerio, dinero y ropa cara, chicas guapas, personajes que van y que vienen como si tal cosa… Se deja ver, sin tirar cohetes, y a mí, tengo que reconocerlo, me ha tenido en vilo en busca de respuestas, hasta el último episodio… Ahora, a esperar a la tercera temporada.