domingo, 8 de julio de 2018

Ant Man y La Avispa (2018)



        Nueva sesión mañanera de cine, que los domingos están para ello. Esta vez, le ha tocado a “Ant-Man y la Avispa” (2018). No he cometido el error de, como en otras ocasiones, leer mil opiniones en foros, cuando me enfrento a una película de la factoría Marvel. Sino que he ido directamente, sin saber muy bien que me iba a encontrar, aunque eso sí, conociendo por donde empezaba la historia, que enlaza con las películas de “Los Vengadores”. De hecho, en “Infinity Wars”, La Viuda Negra ya informaba al espectador de que la ausencia del Hombre Hormiga y Ojo de Halcón, en la lucha contra Thanos, se debía al arresto domiciliario. A partir de aquí, seguro que se me escapa algún SPOILER: Avisado estas.


        ¡Y qué arresto, oiga! El bueno de Scott se tira haciendo un laberinto de cartón piedra, para su hija, en casa, que ríase usted del de “Dentro del Laberinto”, pues a este no le falta detalle. Quedan tres días para su liberación, y Scott tiene un sueño raro relacionado con La Avispa original (Michelle Pfeiffer, más Pfeiffer que nunca). Al avisar a Henry Pym de ello, tanto él como su hija, la nueva Avispa, lo ven como un mensaje, una llamada desde el Mundo Cuántico, donde La Avispa original está atrapada, para poder ser liberada.


        Pero, Scott, en teoría no puede salir de casa. Y tras la tecnología cuántica que permitirá la vuelta de La Avispa, igualmente andan una panda de mafiosos (bastante graciosos), un antiguo compañero de Henry (Bill Foster, al que yo conocí en los cómics como “Black Goliat”), y su pupila que se está muriendo, y que cree que necesita esa misma tecnología para sobrevivir: “Fantasma” (que yo equivoqué con la versión femenina de “Caballero Luna” al verla, por el traje), y que prácticamente tiene los mismos poderes que Kitty Pryde en La Patrulla X.


        A partir de aquí, se inicia una carrera contrarreloj, por parte de los tres grupos, por lograr la tecnología. Por una parte, los mafiosos, por la otra Goliat/Fantasma y el equipo Hormiga. El humor entra en la narrativa a raudales, yo me he reído en muchas de las escenas. Y me ha gustado mucho, que, en esta película, los “malos” no sean tan malos, sino que solo van buscando su propio camino, y son hasta posibles aliados en un futuro que se deja abierto. El secundario, Michael Peña (Luís), es de lo mejor de la película con sus gags y situaciones ridículas.


        Es la película que cuenta, a modo de transición, el arresto movidito de Ant Man, y que enlaza, en el final, con “Infinity Wars”. Para ello, nos lo deja claro la primera escena post-créditos (en la que conocemos a quién afecta el chasquido de Thanos). Scott está en el mundo cuántico recogiendo muestras que ayudarán a “Fantasma” a controlar su intangibilidad, pero en el justo regreso al mundo real, el chasquido mata a las dos Avispas y a Henry Pym, quedando Scott atrapado en el mundo cuántico…, Y una segunda, después de una hora y media de créditos, en la que una hormiga entrenada en la casa de Scott toca la batería y una enigmática pregunta sobre el regreso, o no, en un futuro, de los dos héroes. Con esta última, he creído entender que, su hija, la futura “Estatura”, miembro de los Nuevos Vengadores, tendrá algo que ver, y que la cámara es, en realidad, la niña en busca de su padre.

        Te gustará. Simplemente cumple su función como un tipo de film en el que se cuenta lo que pasa, paralelamente, a la rama narrativa principal, que es la de Los Vengadores. De manera secundaria, pero aportando otros personajes, y, de paso, entreteniendo al personal. Estoy convencido de que Ojo de Halcón habrá tenido un arresto más tranquilo, pero como en la siguiente de Vengadores aparezca Kate Bishop, ya sabremos que a los Vengadores originales les va quedando poco tiempo en el Universo Marvel, y que otra generación asoma la cabeza… De momento, la hija de Scott ya está dando vueltas por aquí…

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