domingo, 20 de mayo de 2018

Gorrión rojo (2018)



        Con “Gorrión Rojo” (2018) me he llevado una grata sorpresa. Fíjate que no soy de ver cine de espías, también es verdad que, a fecha de hoy, no hay mucho que ver. Un género tan recurrente antaño, pasó a mejor vida con el fin de la URSS, y las posteriores cintas no llegaron a los niveles de las clásicas, salvando alguna honrosa excepción quizás (y me estoy acordando de una, relacionada con un puente). Cuando vi el tráiler de “Gorrión rojo”, me dije: “Otra Nikita”, y no me llamó demasiado la atención. Al fin y al cabo, en Badajoz creo que duró poco en Cartelera. Pero hoy me ha dado por alquilarla.


        A Dominika, bailarina profesional, le hacen la jugada del 13/14. Se rompe la pierna en plena actuación, y parece ser que no fue fortuito. Con una madre enferma, y a un pie de quedarse en la calle. Un tío suyo, viva imagen de Putin, la recluta para el servicio secreto ruso. Ella no quiere, y menos todavía después de un comienzo un tanto accidentado, pero finalmente hace el entrenamiento (dirigido por una bruja del copón) que la convierte en un “Gorrión rojo”, una auténtica máquina de seducir, espiar y matar (exacto, otra “Nikita”).


        Una vez preparada, y bastante deshumanizada, es mandada a una primera misión: La de interceptar a un espía de la CIA en Hungría, que, aunque está al descubierto, intenta contactar con un topo en territorio ruso. Y, desde el primer momento, comienza entre ellos una historia de engaños, mentiras, atracción y deber hacia sus respectivos países…

No hay comentarios: