Mientras que publicaciones como “Blatzing Combat” (1965) se estrellaban contra los militares, la Legión Americana y la censura en plena Guerra de Vietnam, y morían irremediablemente al cuarto número, veinte años después, en diciembre de 1986, aparecía en los kioskos, y de la mano de Marvel (que estaba en pleno apogeo, triunfando con su Patrulla-X): The ´Nam.
Yo no me compré los cómics de grapas en su día, porque prefería los de Spider-Man. Pero a mediados de los ochenta, la sociedad estadounidense quería saber sobre Vietnam. En el cine, había héroes en el cine que ametrallaban vietcongs mientras decían que “no sentían las piernas”. Había, igualmente, otros anti-héroes, como los tipos que salían en la película “Platoon” estrenada también en 1986. Y teníamos a Chuck Norris repartiendo lo suyo, en películas donde los vietcongs caían por docenas… Y los veteranos, que habían vivido aquella guerra, callados y traumatizados muchos de ellos, recordando lo que realmente se vivió allí, y como les habían recibido al llegar a casa.
En “The Nam”, lo original es que se intentaba utilizar el tiempo real. Si un mes pasaba en la vida real, un mes pasaba en el cómic. Ya no se ocultaban los tiros, ni los estadounidenses fallecidos, ni las masacres. Eso sí, se atenuaba, y mucho, el lenguaje usado, y supongo, que a pesar de todo, ciertos tipos de imágenes.
En este integral, “La Primera Patrulla” (Panini, 2011) , nos encontramos los diez primeros números de la colección, con guion de Doug Murray, que luchó en dicha guerra, y dibujo de Michael Golden, que fue sustituido en un número por alguien, que, posteriormente, también haría mucho cómic bélico, el “desconocido” Wayne Vansant (“Normandía”, “El barón rojo”, “El bombardeo de la Alemania nazi” o “La batalla de las Ardenas”, por citar algunas de sus obras). Y acompañamos a los soldados de una compañía en su día a día, donde impera la ley de la selva, del más fuerte, las continuas jugarretas, traiciones, actos de valentía y cobardía, y muchas veces, la locura.
“The Nam” se presenta como
un cómic muy colorista. Con mucha acción, y con historias que te parecerán
típicas, y tópicas, si ya has leído sobre el conflicto y el comportamiento,
tanto de los soldados estadounidenses, como del vietcong, o de la propia
sociedad civil del país (que tenía lo suyo). Al final del volumen, hay un
diccionario de terminología, que siempre es de agradecer. Cuarenta años
después, este cómic y las historias que narra, se han convertidos en clásicos,
y creo que merece mucho la pena su lectura.
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