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martes, 31 de marzo de 2020

Bloodshot (2020)



        “Bloodshot” está basado en un cómic de la Editorial Valiant, y que aquí, en España, es distribuido por Aleta Ediciones. El cómic, o los cómics más bien, no me los he leído, pero me he atrevido con la película (2020), siguiendo la estela de puñetazos, tiros y escenografías espectaculares a la que nos tiene acostumbrados Vin Diesel, desde hace décadas.

        La película no es nada original en su argumento. De esto hemos visto películas, cómics, libros y series a cascoporro, empezando por Frankstein hace ya doscientos años, y siguiendo por los Robocop, Soldado Universal y toda la demás prole de cyborgs que han pululado por nuestras pantallas e imaginación.

        Al protagonista, después de una misión militar, que conllevaba rescatar a unos rehenes. Un tipo con chanclas y calcetines blancos, le da un tiro, y le mata a la mujer mientras escucha una canción de “Talking Heads” del año de la Polka. Cuando despierta, Guy Pearce, científico loco cibernético, que ha dejado los viajes en el tiempo, le dice que ha resucitado gracias a la tecnología (interesante, resucitan muertos, pero no tienen narices de acabar con el coronavirus). El tipo ahora es un cyborg futurista, con nanorobots en las venas, en vez de sangre, que le hacen invulnerable prácticamente, con un factor de curación parecido al de Lobezno, con la fuerza incrementada, capaz de rompes bloques de hormigón a puñetazos, y con acceso a internet sin usar WiFi.

        Guy Pearce, lo programa a voluntad, una y otra vez, para acabar con viejos amiguetes, ahora convertidos en enemigos, como si fuese aquello el Día de la Marmota.

        La cinta está entretenida, para no pensar mucho. Tiene un par de puntos interesantes, y hasta divertidos. No está del todo mal, con la aparición estelar de Doctor Octopus, y el metraje justo para un nuevo y musculoso Frankstein. 

                                P.D: Me he enamorado, perdidamente, de Eiza González.

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