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miércoles, 1 de abril de 2020

El legado de los huesos (2019)


        Nada más empezar “El legado de los huesos” (2019), una cosa me llamó mucho la atención. Juicio, una inspectora en un juicio, embarazada, rodeada con algunos de sus hombres. El preso que está siendo juzgado, pide ir al W.C, y allí se suicida cortándose las venas.

        La inspectora, rodeada de sus hombres, se acerca a ver el cadáver, y abracadabra, se le aparecen unos guantes blancos en las manos, donde antes no los había, para coger un sobre dirigido a ella, lleno de sangre, que portaba el difunto. Eso, en los dos primeros minutos, y me he dicho: Mal empezamos. Por cierto, dentro del sobre, una sola palabra: “Tarttalos”. “El legado de los huesos” es la segunda parte de la trilogía del Baztán, novelas publicadas por Dolores Redondo, y cuya primera parte “El Guardián Invisible” (2017) trajo cierta polémica en su estreno en el cine (por las declaraciones, contra los españoles, por parte de una de las actrices participantes en la película), con intentos de boicot incluidos, pero que no llegó más allá, ya que la cinta fue bien acogida. A mí, me entretuvo (sin tirar cohetes), pero no llegué a dedicarle una entrada en el blog, vete a saber por qué. La tercera parte, que cerrará la trilogía, supuestamente en 2021, será “Ofrenda a la tormenta”.

        Pero, a lo que vamos. Después de eso, el patrón de preso con las venas cortadas, y el sobre con la palabra “Tarttalo” se repite. La inspectora tiene roces con su marido, que es británico, aunque no nos enteramos bien. Un juez que le entra como cosa mala. Y una narrativa en la que comienzas a perderte, con rollos de brujas, profanaciones y rollos familiares de la propia inspectora (ya es casualidad), mientras la atmosfera y el ambiente se hace cada vez más gris y lluvioso. Es Navarra, no Extremadura, pero joder, caen 5000 litros por centímetro cuadrado.

        En fin, un tanto caótico todo, entretenida, al fin y al cabo, localista como ella sola, y le sobra, perfectamente, media hora, y mucha agua.

2 comentarios:

Benita Martín Rico dijo...

Me he leído los libros y creeme si te digo que en ellos todavía llueve más 🌧️🌧️🤣🤣

Duncan de Gross dijo...

Madre mía, pero si hasta el espectador sale calado hasta los güesoh!! Es exagerado :P