Cuando estudias la vida de
Picasso, como es mi caso como Historiador del Arte, y posteriormente como profesor,
sabes la importancia que tuvo la amistad de Carles Casagemas en la vida del
joven pintor malagueño.
Tanto es así, que, la muerte
de Carles Casagemas, marca un antes y un después en la vida de Pablo Picasso. “La
vida” (editado por Astiberri, 2016) de Tyto Alba (guion y dibujo) es, precisamente, el título de este
cómic que versa sobre esa amistad entre los dos pintores.
Dos personas que se tenían un
respeto mutuo, una amistad pura, que acabó con la vida de Carles en París,
cuando, incapaz de satisfacer a su amor, Germaine, intentó matar a esta de un
tiro (falló), y posteriormente se suicidó allí mismo, en el Café Hippodrome. Tenía veinte años.
Este hecho afectó
profundamente a Picasso, que inició su periodo azul, con una profunda tristeza
y melancolía, por la perdida del amigo, y “La vida” (1903) es, tal vez, el
cuadro que mejor representa esa perdida, por parte de Picasso, y de esa amistad
truncada por la temprana muerte. ¿Es Casagemas, en realidad, la figura masculina del cuadro?
Me ha encantado el cómic, creo que es una apuesta valiente por dar a conocer una etapa de la vida de Picasso, muy interesante, reveladora y crucial, que influyó en la vida y el arte del pintor.
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