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sábado, 27 de septiembre de 2025

Weapons (2025)

 


        Ya me habían adelantado algunos que “Weapons”, o como se le ha conocido en Hispano-América, “La Hora de la Desaparición”, era y es, una de las mejores películas de terror y misterio de este 2025, aunque también tiene algo de thriller psicológico, y, por supuesto, un horror sobrenatural, atávico, viejo, como a mi me gusta… Con guiños y referencias a muchos cuentos populares, aparte de niños corriendo como lo haría Naruto.

        Estrenada en agosto, es una película que supera las dos horas de metraje, y la verdad es que cuando me enteré, me echó un poco para atrás, pero se me ha pasado muy rápido, y apenas me he enterado, me ha enganchado de principio a fin, y eso que el final me ha quedado un poco desangelado, con muchas preguntas sin responder… Tantas, que he pensado que a lo mejor habría alguna escena post-créditos tipo marveliana, que me diera un poco más de luz… Pero no.


        Escrita, dirigida y producida por Zach Cregger, que también se encargó de llevar los cafés al set de rodaje, la película costó 38 millones de dólares y ha recaudado un total de 250 millones a nivel internacional, por lo que ha sido uno de los campanazos más rentables de este año.

        Creo, y creo que no me equivocó al afirmarlo, que aparte de que la historia sea buena, con un final (repito), que me ha dejado un poco con el culo torcido… Una de las claves de su éxito radica en un elenco francamente bueno: Josh Brolin (nuestro Thanos), Julia Garner, Benedict Wong (al que no estoy acostumbrado a ver fuera del Universo Marvel) y una excelentemente Amy Madigan caracterizada como la simpática, e inquietante, Tía Gladys, conforman un cuarteto, sin desmerecer al resto de actores, que es para agarrarse al sillón.


        La narrativa, aunque esto ya lo hemos visto en otras ocasiones, sigue el estilo de narrativa partida, segmentada. No es lineal y es como un puzle que vas a entender, y ver a la perfección, en sus últimos veinte minutos, cuando todo esté conformado y presentado.

        Este enfoque te permite apreciar los diferentes puntos de vista de los personajes, como por ejemplo sucedía en la “Pulp Fiction” de Tarantino, por poneros un caso, aunque está claro que el peso protagonista recae en dos personajes concretos, los de Archer (Josh Brolin), y sobre todo, Justine (Julia Garner).


        La narrativa, engañosa, nos dice desde el principio que la historia está basada en hechos reales. En Maybrook, Pensilvania, diecisiete niños de una clase de 3º de Primaria, de os dieciocho que hay, desaparecen de la noche a la mañana, justo a las 2,17 de la madrugada, corriendo por las calles como Naruto, sin dejar rastro ninguno. Solo uno, Alex Lilly, no desaparece.

        La maestra Justine Gandy (Julia Garner), que es la tutora del grupo, se convierte en la principal sospechosa por parte de padres y vecinos locales, y uno de los padres, Archer Graff (Josh Brolin), es el que más está encima de ella en busca de respuestas.

Aunque en un principio parecen estar perdidos, y dando palos de ciego, la aparición de una extraña señora familia del pequeño Alex, la tía Gladys, que resulta ser una bruja de mucho cuidado, hará que Justine y Archer, que han comenzado bastante mal en su búsqueda por los niños desaparecidos, formen una extraña pareja de investigadores enfrentándose a los poderes de la bruja, especialista en crear zombis, y donde Alex tendrá que intervenir, enfrentándose a su querida tía, la bruja…


        En definitiva: Película de terror muy entretenida, bien estructurada, bien presentada, que tiene mucho de cuentos infantiles de terror, como “El Flautista de Hamelin” o “Hansel y Gretel”, y que viene a demostrar que lo brujeril todavía da mucho juego en este tipo de películas.

        El final no restaura lo perdido, no cura heridas del todo, y ese misterio tan potente no lo resuelve la voz en off que nos narra la historia, por lo que el cierre, lejos de rematar, divaga, se pierde y hace perder puntos a la película (a mi parecer), aún así, el ritmo, lejos de ser irregular, se vuelve más trepidante según vamos avanzando, y eso hace que sus dos horas de metraje se te pasen volando.

        De nota le voy a dar un 7. No sé si me estoy pasando, pero es que me ha gustado mucho, y la verdad es (creo) de lo más recomendable.

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