He de admitir que no conocía, absolutamente para nada, la historia del cacereño (Serradilla, 1914-¿?) Teodoro Recuero Pérez, hasta que no he llegado a mis manos el cómic “Hasta Nóvgorod. Crónicas de un Divisionario” (Norma, 2020), adaptado y dibujado por Víctor Barba, basándose en las memorias autobiográficas del propio Teodoro (que yo no he leído), aunque como admite el propio Barbas al final del cómic, un tanto adornadas, “con nuevos personajes, situaciones y sucesos ficticios con el fin de enriquecer el relato”.
Teodoro nace con la Primera Guerra Mundial, y ya desde pequeño, sabe que es trabajar en el campo, junto a su padre primero, y posteriormente con unos tíos. Con 22 años, se interesaba por los libros y llega a afiliarse al Partido Comunista. Pero pronto, viendo los acontecimientos que suceden en su pueblo, pintando bastos, se afilia a Falange para evitar se paseado. En las calles de Cáceres descubre el horror de la Guerra Civil. Una vez terminado el conflicto, sigue casi un año de legionario en el norte de África. Licenciado, y pasando muchas calamidades trabajando con Ordenanza, decide ganarse el pan presentándose voluntario a la División Azul, donde conocerá el Infierno Blanco del Frente Oriental, viendo caer a cientos de sus compañeros por el frío o por las balas enemigas.
Lleno de acción, y muy bien narrado, “”Hasta Nóvgorod. Crónicas de un Divisionario” es un buen cómic biográfico, sin héroes y con toda la crudeza de la guerra, la desesperación de los hombres y el afán por sobrevivir.
Las páginas finales del
cómic están dedicadas a unos extras, lo cual siempre se agradece, que incluyen
Documentación y Notas,, contexto histórico, y un cuaderno de bocetos de
personajes del cómic. A mí me ha gustado mucho. Tanto, que me gustaría leerme
las memorias de este señor, algo que supongo que haré más pronto que tarde…
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