Para
despedir el 2024, me he decidido por uno de esos westerns que han salido este
año, hace relativamente poco, de hecho, se estrenó en septiembre, y que yo he
ido dejando que se fuera madurando en el tiempo.
“The
Thicke” es una película del Oeste del ya difunto 2024, basada en una novela de
2013 del guionista Joe Lansdale, que pasará a la historia sin pena ni gloria.
La crítica la pone por las nubes porque el protagonista es Peter Dinklage, y al
parecer, todo lo que hace Peter Dinklage hay que admirarlo y ponerlo por las
nubes, pero sin negar su buen hacer, no todo lo que hace este actor reluce ni
es bueno, aunque aquí se le notan las tablas a la milla en una historia que no
me ha convencido, y eso que he visto a lo largo de mi vida muchísimo western.
Una
curiosidad que tiene es la presencia del miembro de Metallica, vocalista,
guitarrista y compositor, James Hetfield, que prueba a hacer de pistolero, en
un papel secundario, cambiando el heavy por los tiros en un lejano oeste muy
muy nevado, y también hay que reconocerle su buen hacer.
Si
hay algo en lo que me fijo mucho en este tipo de películas, es en el contexto
histórico. Y “The Thicke” hace una mezcolanza de elementos que son muy poco
creíbles, desde motos de bastante cilindrada (que nos situaría en los años
treinta, mínimo finales de los veinte, y ya sé que alguno me dirá que ya había
motos potentes en Estados Unidos en la segunda década, pero no como estas, os
lo aseguro) hasta la construcción de un coche primitivo con una carroza, gente
que lleva colt 45 al cinto, indios con caras pintadas ejerciendo de criminales,
pueblos sin autoridad y cosas parecidas, que, a pesar de que ya hemos visto mil
veces, no significa que fueran rigurosamente ciertas, incluyendo a nuestro
variopinto grupo de protagonistas… Aun así, si dejamos el contexto histórico de
lado, y queremos pasar una hora y tres cuartos entretenidos… Quizás “The
Thicke” sea tu película.
“The
Thicke” es una de esas películas de las que yo siempre voy a decir que con
media hora menos, funcionaria mucho mejor. Y es que es así, y mucho más cuando
este tipo de tramas la hemos visto en mil quinientas películas, de manera muy
parecida, con secuestros, venganzas, forajidos, y cazarrecompensas ceñudos que
siempre ganan.
En la narrativa tenemos a Jack, un joven
cristiano, y mucho cristiano que se pregunta por la vida en otros planetas, que
ve como una forajida extremadamente violenta, Bill, que no aguanta ni la
respiración del que tiene al lado, y que tiene la cara como Sierra Morena de
curtida, se encapricha con su hermana y la secuestra matando de paso a su
abuelo. A Bill le gustan las chicas guapas, pero acaba aburrida de ellas y las
descuartiza tarde o temprano.
Jack
enseguida contrata a Reginald Jones, un cazarrecompensas muy temido, que es
nuestro Peter Dinklage, que, junto a su socio, Eustace, que cava unas tumbas
para chuparse los dedos, se enfrascan en la búsqueda de la joven mientras huyen
a su vez de unos tipos por un malentendido en el último pago de un trabajo
realizado… Que si lo querían sin IVA, que, si cobraban en B, cosas del Viejo
Oeste que pueden hacer que te quieran eliminar. Y, pronto se les une una chica
afroamericana, una cariñosa que abandona el negocio para hacer el equipo aun
más variopinto si cabe, y un tipo random más, que es puro relleno y que se lo
podían haber ahorrado porque… Total, para lo que hace y dura, no venía a cuento.
Llega un momento en que parecen el grupo de Dorothy del Mago de Oz, les faltaba
Toto.
En
definitiva: En la primera hora de película, no pasa prácticamente nada más allá
del secuestro y la creación del grupo de rescate. Mucho bla, bla, y más bla bla,
mucha filosofía y reflexión barata que no conduce realmente a nada... La
combinación de elementos de distintas épocas no me ha convencido. Los modelos
de los coches me dicen que pueden estar en los años 20-30 del S.XX, pero se
comportan como en los tiempos de sus abuelos, cuando lo que más parecido al
Oeste que quedaba en esa etapa era el Show de Buffalo Bill y ciertamente ya muy
edulcorado y romantizado, y no solo eso, la inmensa mayoría de las armas (colt
45, Derringer en todas sus variantes e imitaciones y Winchester, que estaría
activo hasta precisamente inicios de los años treinta) serían “cascarrías” como
decimos en Extremadura, ya en esa época, por no decir las costumbres, vestidos
y demás elementos que rodean toda la acción…
Y en cuanto a acción, no la esperes hasta los últimos veinte minutos de película… Buena fotografía, bonitos paisajes… Y una nota de un 3,5. Esta película en sus múltiples variantes ya la he visto mil quinientas veces, y las anteriores me gustaron más. Demasiado increíble para tomármela en serio, y ni las meritorias actuaciones la salvan de mi olvido… La dejo a vuestra entera elección.
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