Estamos en la segunda
mitad del S.XX, la etapa de descolonización. El otrora importante Imperio
Portugués, se va al garete. Sus colonias, como Mozambique y Angola, encabezan
el proceso independentista y de descolonización. Posiblemente, lo que más dolió
fue desprenderse de la joya en recursos materiales (diamantes, petróleo) Angola,
en una guerra
cruenta.
Una vez expulsados los
portugueses, los angoleños entran en una Guerra Civil
atroz, entre dos bandos bien diferenciados (estamos en plena Guerra Fría, no
hay que olvidarlo), el dirigido por el grupo guerrillero MPLA (apoyados por la
URSS y Cuba) de tendencia socialista-comunista, y el FLNA y UNITA, más
minoritario, pero con la ayuda internacional de la CIA norteamericana y de
Sudáfrica, que aprovecha la coyuntura para invadir el país.
En medio de este berenjenal,
nos encontramos con el periodista (y hay algunos que dicen que también era espía)
polaco Ryszard
Kapuscinsky (1932-2007), que cubre el final de la presencia portuguesa en
el país, y el comienzo de la Guerra Civil. Pronto, siente simpatía por la causa
del MPLA y decide quedarse en el país, y ser testigo directo, de los
acontecimientos que allí se desarrollan.
La película está rodada
con la técnica de rotoscopia, por la cual los fotogramas se convierten en
fotogramas animados, quedándonos una película de animación muy interesante, que
convive en su metraje con los pequeños cortes de entrevistas reales de personas
que vivieron los hechos junto a Kapuscinsky, y que le acompañaron en aquellos
años convulsos, junto a imágenes reales de la etapa. Me ha parecido una cinta
muy interesante, muy buena de hecho, tiene varios premios de diversa índole, y
quizás peca en la perfección del personaje principal, que parece como un
auténtico tipo sin mácula ninguna, cosa que no llega a ser creíble, ya que todos
los entrevistados lo consideran un tipo perfecto en todo lo que decía o hacía.
Las “idas de pinza” surrealistas, en donde todo se distorsiona, de vez en
cuando alrededor de Kapuscinsky no desentonan, y enganchan con los miedos,
situaciones o anhelos de lo que se desarrolla a lo largo de toda la narrativa
alrededor de los protagonistas.
Ciertamente, es bastante
recomendable, aparte de original en su desarrollo. “Un día más con vida” (2018)
es una coproducción de varios países, basada en la novela que publicó, en su
día, el propio autor con sus vivencias africanas, y que fue traducida a una veintena
de idiomas.
La guerra duró hasta
2002. Yo la estudié para poderme sacar el C1 de portugués, ya que era uno de
los temas de los que me examiné en su día. De aquella Revolución que pedía
Igualdad y Socialismo, no quedó nada. El país se sumergió en corrupción y en la
vorágine, en la pobreza del Tercer Mundo… Por eso merece la pena leer, y
conocer un poco más sobre la Historia de África, que, al fin y al cabo, también
forma parte de nuestra Historia…
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