“Mutafukaz” (2017) es
uno de los animes más extraños que he visto en mucho tiempo. Una coproducción
franco-japonesa, en la que Angelino “Lino” es el protagonista. Un ser que parece
un duende negro y cabezón, con ojos como puños, que trabaja de repartidor de
pizzas, en un barrio chungo y en una ciudad chunga (Dark Meat City), donde la
violencia está al orden del día, y que se dedica a adiestrar cucarachas, por
miles, en el piso que comparte con su compañero Vinz, un chico cuya cabeza es
una calavera en llamas. Willy, una especie de perrito hablante con brackets,
completa el trío. Tal cual.
Un buen día, Lino se mete un porrazo con la
moto de repartir, y de dicho golpe, algo parece despertar en su cerebro. Pero,
a la vez, unos misteriosos hombres de negro comienzan a perseguirlo, ya que
quieren acabar con él, mientras Lino comienza a recordar cosas de su infancia…
Las persecuciones son increíbles,
los escenarios recuerdan al videojuego GTA (e incluso hacen una broma sobre el
juego), la música es cañera, el humor es simple y llanamente, increíble. Y el
surrealismo está servido en esta realidad distópica en la que la lógica no
existe. La forma de presentar los barrios o situaciones es, verdaderamente, la
leche, y el tipo de dibujo cambia en determinados momentos de la película, lo
que le da “vidilla” al asunto. Es una cinta muy interesante, ya que refleja la
marginación, la pobreza, la violencia, la desilusión de los barrios pobres en
su trasfondo, el cambio climático (si, no es broma)... Es, muy recomendable.
1 comentario:
Habrá que verla...tal como la describes suena genial.
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