La Ilíada y La Odisea me
las leí, ciertamente, siendo muy joven. En casa había una edición ilustrada de Círculo
de Lectores de los años setenta, que aún conservo. Y aquellos dibujos fueron
una invitación a la lectura. Es verdad que, de muchas de las cosas que leía, mi
joven mente no se enteraba de la misa a la media, pero eso me dio pie a leer
más, mejor, más tarde e ir entendiendo aquella maravillosa historia que se le
atribuye a Homero, un tipo que quizás no existió, que quizás no fue uno, sino
varios, y que de existir tuvo que ser un verdadero genio sin duda.
Hacía tiempo que le
tenía ganas a una publicación que Marvel había publicado hacía unos años. La
integral de “La Ilíada y La Odisea” (2017), que resumía muy bien en cómic las
peripecias de los diferentes héroes griegos por conquistar y saquear Troya.
Cada vez que nos acordamos de aquellas aventuras, es difícil no pensar en
Héctor sembrando la muerte allá por donde iba, en la bella Helena, en Aquiles
llorando amargamente la muerte de Patroclo, o en Paris lanzando sus flechas
guiadas por el dios Apolo…
En el cómic pierde un
poco la esencia del libro, pero no por ello deja de ser una maravilla
engancharte de nuevo, de mano de algunos de los mejores artistas de Marvel (Roy
Thomas, Miguel Ángel Sepúlveda, Greg Tocchini), a aquellos míticos combates,
las disputas e intervenciones de los dioses griegos en la pugna o en la
terrible vuelta de diez años por parte de Odiseo (Ulises) a Ítaca, su hogar,
para encontrarse su casa, su palacio, invadido de pretendientes a la mano de la
que creen viuda, la sensata Penélope.
En la primera parte, La Ilíada,
nos encontramos ya la guerra comenzada entre griegos y troyanos, y llega hasta
los funerales de Héctor. Y en la segunda, La Odisea, la narración de Odiseo de
sus aventuras y desventuras se sitúa en gran parte en la corte de los faecios
hasta que estos le dejan en las playas de su reino, para acometer la venganza
contra los usurpadores de su casa.
El cómic es
terriblemente entretenido, tiene un aire Marvel de finales de los ochenta,
principios de los noventa, que a mi me ha encantado. Es un buen tocho, pero es
uno de esos cómics que disfrutas desde la primera hasta la última página, por
su trabajo, su calidad, su presentación y narración. Muy recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario