Desde hace relativamente poco
tiempo, me he declarado fan incondicional de la Editorial Cascaborra. Tanto es
así, que me he comprado los seis primeros cómics editados por dicha editorial,
porque considero que han apostado bien, y fuerte, por un tema tabú, casi
prohibido, en el mundo del cómic nacional, como es la Historia de España.
España no puede estar
orgullosa de su Historia, porque la Leyenda Negra nos la ha llenado de
genocidas, asesinos y fascistas para repartir y no parar. Esa cantinela, es nuestro
pan de cada día. Pero, en la Historia de España no todo fueron sombras, también
hubo un buen puñado de luces, y creo que Cascaborra ha sabido, y sabe, pues no
paran de editar, aprovechar ese filón hasta ahora inexplorado con unos
resultados más que satisfactorios.
Si es la primera vez que oyes
hablar de la Editorial, aquí tienes los enlaces comentados, en este mismo blog,
de los cómics dedicados a Bernardo
de Gálvez, La
Conquista (referida a la conquista de México), y a Trafalgar.
En esta ocasión, os presento “1808
Madrid”, de Julián Olivares y Juan Aguilera (“Espadas
del fin del mundo”, también comentado en este blog hace un tiempo), que nos
lleva, con magistral narrativa, a los tiempos en los que el país, invadido por
las tropas napoleónicas, tras el Tratado de Fontainebleau, se muestra resignado
a su destino.
El cómic se centra en el levantamiento popular
contra el invasor, la defensa del Cuartel de Monteleón por parte de los
capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde, que les costó la vida, y a los presos de
la Cárcel Real de Madrid que solicitaron (unos
cincuenta de ellos) salir para luchar contra los franceses.
Es Historia, es parte de
nuestra historia, es un cómic muy movidito, con mucha acción y mucha pasión, y
es, en definitiva, un cómic que merece la pena leer.
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