¿Tienes una tarde libre y quieres disfrutar de una de esas películas de
acción para desconectar? Pues, enhorabuena, porque la película británica “Fight
or Flight” de este 2025, no te va a defraudar en ese aspecto.
Si estás acostumbrado a ver
películas de acción, esta no te va a parecer muy original, pero su hora y
treinta y cinco minutos de metraje tiene buenas escenografías, algo de humor,
algo de gore y hectolitros de sangre mezclada con mucha adrenalina y personajes
estereotipados, poco creíbles, deudores de la serie B más clásica, ¿Se puede
pedir más?...
Pues tener como
protagonista a un histriónico Josh Hartnett, que al parecer hizo todas las
escenas de acción sin recurrir a dobles, acompañado de Charithra Chandran (que
vais a ver mucho por la nueva temporada de “One Piece” que se estrena en unos
meses, según tengo entendido), y la estadounidense Katee Sackhoff, que es una
cara y una voz conocida de franquicias como “Star Wars”, “Watchmen”, “Power
Rangers” o “The Flash”, ¿Te cuento más?
Con un presupuesto de 40
millones de dólares, y una recaudación penosa de 4 millones en todo el planeta,
“Fight or Flight” quizás se hubiera merecido algo más.
Nuestro
protagonista, Lucas Reyes (Josh Hartnett), es un exagente de operaciones
especiales que ha tenido un pasado bastante comprometido, y turbulento, si se
me permite el adjetivo, ya que nuestro escenario va a ser un enorme avión de
pasajeros intercontinental.
Lucas ha tenido problemas de adicción, broncas y
desavenencias con sus superiores y arrastra un gran sentimiento de culpa. Solo
quiere ser libre, según él, e intenta pasar desapercibido, algo que no es
fácil.
Prejubilado forzoso, es obligado a volver a la
acción por una antigua jefa y expareja, Katherine Brunt (Katee Sackhoff), que lo
recluta para una misión donde cientos de agentes han fracasado: Se trata de viajar
en un vuelo comercial desde Tailandia hacia San Francisco para capturar a un
misterioso terrorista conocido únicamente como “El Fantasma”, del que no se
sabe prácticamente nada, aunque se sospecha que está herido y oculto entre los
pasajeros de dicho vuelo.
Lo que parece una misión relativamente sencilla
para las experiencias que arrastra, se convierte en un combate a muerte a miles
de pies de altura, ya que pronto descubre que el avión está lleno de agentes,
como él, además de mercenarios y cazarrecompensas que quieren cazar también al
fantasma antes de que el avión llegue a Estados Unidos, por la recompensa
ofrecida.
Así, algunos de los pasajeros creen que él es el
Fantasma, y la acción comienza pronto, pero la sorpresa es que Isha (Charithra
Chandran), una joven tripulante, resulta ser el Fantasma, aunque no es la
peligrosa terrorista que le habían descrito. Isha es una especie de Robin Hood,
que actúa atacando a grandes y corruptas organizaciones criminales, por lo que
Lucas pronto se da cuenta que la chica no es la villana en todo el asunto, y
prefiere cambiar de bando y hacer equipo con ella frente a las oleadas de
mercenarios y cazarrecompensas que los tienen como objetivo, algunos de ellos
bastante estrafalarios.
En la batalla que se inicia, Lucas e Isha deberán
luchar contra enemigos, mientras el avión pierde a los pilotos y los pasajeros
huyen por todas partes…
Aparte de los dilemas
morales que se plantea Lucas a la hora de actuar, si estar con Isha u obedecer
órdenes de su malvada y despiadada jefa, una de las cosas que más me ha llamado
la atención ha sido el humor que se gasta en ciertas escenas, mientras medio
avión se tiñe de sangre y vísceras.
En definitiva: Película
entretenida, bastante espectacular por momentos, pero con una trama irregular,
donde algunos personajes no se han trabajado lo suficiente. La moralina que
gasta es romántica en cuanto a su planteamiento, pero poco creíble, y el final
me ha parecido precipitando, más abierto que un abanico y con muchas cuestiones
por resolver que quedan para una posible continuación, aunque dado el fracaso
comercial que ha tenido, dudo mucho que nadie se atreva a volver a retomarla.
En ese aspecto, es una pena, porque una segunda parte podría rematarla mejor,
nunca mejor dicho.
De nota le voy a dar un
5,5. No dudéis en verla, si queréis acción en estado puro.
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