¿Tienes una de esas tardes en las que quieres desconectar el cerebro y
ver una película de acción con aires ochenteros y noventeros? Pues estás de
suerte porque “A Working Man”, película estadounidense de 2025 tiene esa acción
que buscas con un actor como Jason Statham como protagonista, y basada en la
novela “Levon´s Trade” de Chuck Dixon, que salió a la venta en 2014, y que no
me he leído ni me pienso leer, a pesar de que si eres aficionado a los cómics
te quitarás el sombrero ante este tipo, en mi caso la boina, ya que este tipo
ha sido el creador de historias para “Batman” en DC y “El Castigador” (The
Punisher) para Marvel.
Conocida como “Rescate
Implacable” en algunos países de Hispano-América, “A Working Man” tiene entre
sus productores a Sylvester Stallone, costó 40 millones de dólares y recaudó
cien millones en todo el mundo, teniendo como director, guionista, productor y
chico de los cafés a David Ayer, al que se le conoce por “Escuadrón Suicida” y
ser el guionista de la primera película de “Fast and the furious”… ¿Y sabéis
qué? Sale David Harbour, cinco minutos, pero sale, y como es un actor que está
de moda…
Rodada en apenas un mes en
Londres, algo que se nota en algunas escenas donde ese característico ladrillo
británico de los edificios no lo vas a ver en otra parte del mundo, con “A
working man” tenemos de regreso al héroe clásico de hace cuarenta años. Nos
cuentan la mitad de su vida en los créditos iniciales. Un soldado británico de
las Fuerzas Especiales que acaba trabajando en Estados Unidos, Chicago para más
señas, como obrero de la construcción para una familia hispana bien avenida.
La película de una hora y cincuenta
minutos de metraje, es rara en cuanto a su desarrollo, trama, narrativa, porque
lo que parece un secuestro normal y corriente en Nueva York, se acaba
convirtiendo en algo más oscuro y enrevesado, donde tenemos bandas de moteros
flipados por Juego de Tronos, Final Boss de distintos tipos y apariencias,
desde hermanos horteras rusos que recuerdan al Enigma de Batman, hasta un tipo
que se parece igualmente al Pingüino, estética gótica con aires de “El Cuervo”,
gente a la Belle Epoque y cosas por el estilo según avanza la producción, y
desde luego el inicio deriva mucho después de una hora a otra cosa más oscura
en ambientación y recorrido.
En la narrativa, por
aclararos un poco más, tenemos a Levon Cade, que como os digo es un exmilitar
de las Fuerzas Especiales metido a obrero de la construcción, que toma partido
cuando Jenny, la hija de su amigo y jefe (Michael Peña) es secuestrada,
aparentemente, por unos tipos metidos en drogas o en extorsión, que resultan
ser de la mafia rusa, declarándole la guerra a todo un clan que tiene comprada
hasta a la policía.
O yo tengo mucha imaginación, que también puede ser, o la estructura narrativa sigue a las típicas arcades ochenteras de “Beat´em up”, o como se conocían en España, “Yo contra el Barrio”, siendo eliminados distintos mafiosos en diversos lugares y circunstancias hasta llegar al Final Boss final al que se enfrenta en una lucha épica y rescatando a la chica al más puro estilo “Double Dragon”.
El epílogo muy típico,
tópico, con Levon y su hija en la cabaña forestal de su amigo Gunny, el
pistolitas interpretado por David Harbour y con una escena que podría dar lugar
a una continuación, que, con 50 millones de dólares de beneficio, quizás se
planteen.
En definitiva: A pesar de
sus rarezas muy relacionadas con arcades y cómics, “A Working Man” es una
historia de esas de no comerse el coco, disfrutar de buenas escenas de acción,
poses, chulerías, frases cortas tipo Stallone (se nota que algo de mano habrá
metido por ahí), y poco más.
Actuaciones más o menos decentes dentro de este género de acción, música aceptable, buenas escenografías, los aficionados a este tipo de cine sabrán disfrutarlas. Yo que ya he visto varias miles parecidas, no puedo darle más de un 5 de nota, y decir una de mis premisas más conocidas, que con media hora menos, ganaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario