Llegó, y pasó, la
Navidad, y Rowan Atkinson aprovechó para recuperar su papel de Trevor Bingley
para traernos una miniserie británica, donde, en vez de una abeja, como ya hizo
en la miniserie de 2022 “El Hombre contra la abeja”, en esta ocasión el bueno
de Trevor se va a enfrentar ni más ni menos que a un bebé. Si hay una nueva
versión, será contra una retroexcavadora o una botella de vino.
“El hombre contra el bebé” trae a un Trevor
Bingley que ya conocemos por sus muecas, sus posturas corpóreas, heredero de
aquel Mr.Bean de hace cuarenta años que nos hizo desternillarnos de risa, muy
gestual, que ha caracterizado, por otro lado, el humor británico durante una
buena etapa de su trayectoria.
Algo tan sencillo, pero a la vez tan
complicado, como hacerse cargo de un bebé perdido, se terminará convirtiendo en
toda una aventura para nuestro protagonista, Trevor, un señor ya mayor,
separado, aunque con buena relación con su exmujer, y con una hija a la que le
gustaría ver más, y sobre todo, por Navidades, ya que es una época donde ambos
compartían muchos momentos… Aunque es verdad que hay cosas que nunca cambian…
“El Hombre contra
el Bebé” es una miniserie, como os decía, que podéis ver en una tarde. Una única
temporada. Son solamente cuatro episodios, cuya duración varía entre 24 y 37
minutos, el último es el más largo (de hecho), y si lo sumas, te da un total de
unas dos horas, por lo que en una tarde me la he ventilado, y tú también puedes
hacerlo si te lo propones.
No son episodios autoconclusivos, pero
también es verdad que están relativamente conectados, ya que cada uno de ellos
digamos que tiene un tema principal, y alrededor del mismo, se desarrollan las
subtramas, que no suelen tener gran recorrido, aunque están regadas de humor,
que, a veces se te puede hacer repetitivo, igual que una trama que se me ha
llegado a hacer predecible por momentos.
De hecho, solo en algunos momentos
concretos me ha parecido una serie que tenga dinamismo, porque en otras
ocasiones se me ha hecho algún episodio cuesta arriba, y hay escenas,
planteamientos, que, a pesar de la crítica social palpable, están un poco
metidos con calzador.
Pero, ¿De qué va la trama de “El Hombre
contra el Bebé”? Trevor, antiguo cuidador de casas, lleva siete meses
trabajando como bedel en un colegio religioso, privado, que solo tiene veinte
alumnos en total. El mismo día de la función de Navidad, le comunican que va a
ser despedido, y su mujer e hija, además, le comentan que se van a Barbados a
pasar las Navidades, por lo que no las verá.
De manera paralela, llega a la puerta
del colegio un bebé que Trevor cree que es de una madre que lo “ha prestado”
para hacer de Niño Jesús. Al acabar la función, todos salen disparados a sus
destinos vacacionales, y Trevor descubre que el bebé, en realidad, ha sido
abandonado.
Así que, hasta que los Servicios
Sociales se hagan cargo del nene, será él el encargado de cuidarlo. Aquí, ves
una crítica social brutal hacía los servicios sociales británicos y su absurda
burocracia, aunque imagino que los españoles no serán muy diferentes.
El dúo Trevor-bebé comenzará a
desarrollar situaciones absurdas, espontaneas, con el ambiente navideño de
fondo, y un nuevo trabajo para Trevor: Cuidar una casa.
Pero no es una casa cualquiera, es la casa
de unos multimillonarios, en pleno centro de Londres, que pueden aparecer en
cualquier momento, algo con lo que juega la trama (y algo que no llega a
suceder, y que hubiera estado bien para ver como la señora de turno reacciona a
que Trevor haya usado sus caros pañuelos como pañales, entre otras cosas…).
Los gags y las situaciones absurdas, y
casi todas ellas imposibles, se suceden, mientras Trevor va conociendo a vecinos,
okupas y nuevas personas que le aportarán algo a su vida: Una Cena de Navidad inolvidable.
No he encontrado cifras de presupuesto,
pero si os puedo contar que el rodaje se llevó a cabo entre noviembre y
diciembre de 2024, y que el proyecto reunió nuevamente al equipo creativo de
Rowan Atkinson y William Davies, con dirección de David Kerr, colaborador
habitual en las producciones de Atkinson tras proyectos como la comedia de
espionaje Johnny English Strikes Again, o la propia “El Hombre contra la
Abeja”. Estos tres suelen trabajar siempre juntos.
En definitiva: Estamos ante una
miniserie que repite muchos esquemas de Rowan Atkinson, con su humor clásico,
con la ternura navideña y del crío, que es más malo que un dolor, pero con
situaciones imposibles, por un lado, y predecibles por otro. No es una serie
que te vaya a marcar, (yo de hecho, había olvidado al personaje, y eso que vi
la de “El hombre contra la abeja” en su día), pero puede hacerte pasar un buen
rato, un buen par de horas, y a otra cosa…
Es el típico humor que hace 40 años me encantaba, pero ahora es como volver a ver a “Martes y Trece” en el caso español, repitiendo las mismas fórmulas… Va a ser que no. De nota, un 5 y a otra cosa.













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