“Umma”
(Netflix, 2022) es la típica película que han hecho unos colegas en un par de
fines de semana que estaban aburridos. Yo me imagino que la historia debió ser
algo así:
-
Oye, que tengo un guion bastante malo, ya
visto muchas veces y que no va a aportar nada al cine, ¿Os apetece hacer una
película?
-
Hoooombreee, eso ni se pregunta. Mira, mi
tío Jerry tiene una finca polvorienta en un pueblo perdido de California,
traeros a los nenes, que pueden jugar con las gallinas y corretear por allí…
-
Ahm, pues hecho. Nos llevamos dos o tres
cámaras, os mando el guion por correo electrónico y el próximo finde ya vamos
quedando… Oye, busca actores de tercera que estén dispuestos a hacer semejante
bodrio.
-
Vale, vale, ya me encargo. Incluso puedo
conseguir algún cameo de algún actor de origen asiático venido a menos…
-
Pues genial, lo vamos viendo entonces.
Y así, con la protagonista haciendo
también de Productora Ejecutiva, nos montamos una película en la que la
narrativa gira en torno a una coreana alérgica a la electricidad y retirada en
una finca polvorienta, donde tiene arbolitos, gallinas y colmenas de las que
vive, junto a su hija adolescente. Un buen día, un pariente coreano, que no
habla ni pizca de inglés, pero que la ha encontrado a pesar de ello, se
presenta allí para tomar un café, echarle una bronca y dejarle las cenizas con
fantasma incluido de su madre fallecida dos meses antes.
El fantasma la lía desde el primer día,
rompiendo la tranquilidad de madre e hija y dando sustos de bajo presupuesto,
en una oscuridad en la que no se ve nada, pero que la música hace que te
revienten los tímpanos. Habría que preguntarle a los sensitivos y a la gente
que ve fantasmas, si suena un violín escacharrado cada vez que los ven o no es
algo que venga de serie.
Como subtrama nos meten las ganas que tiene la hija de irse
de aquella finca polvorienta, que está en un termino municipal con siete
habitantes.
En definitiva: Película de una hora y cuarto, a la que le
sobra media hora, que te puede dejar la sensación de que has perdido el tiempo
viéndola, y con un final “Ññññeej”. Sandra Oh, la protagonista y productora es
la única que se salva en una historia de terror completamente prescindible y
que os podéis ahorrar perfectamente. Personalmente, le doy un 3,5 y quizás sea
mucha nota.
Echadle un vistazo, y ya me diréis que os pareció.
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