No sé
qué nombre se le pone al género de películas en la cuales se enfrentan ideas de
una generación, en contraposición a las de otra, normalmente más joven, pero es
algo que llevo viendo cincuenta años y no es algo que me llame mucho la
atención. En series pasa algo parecido, y creo que el éxito del personaje de
Johnny Lawrence de la serie “Cobra Kai” radica, en parte a esa imagen ochentera
que muestra, que no es capaz de pasar página y adaptarse a los nuevos tiempos y
sigue escuchando a viejos rockeros, sin saber usar internet y usando la tabla
de valores que eran normales hace cuarenta años, pero que hoy en día chocan con
los nuevos pensamientos, con los que podrás estar de acuerdo o no, ahí no me
voy a meter…
El
monologuista Bill Burr se mete en ese trigal, como actor, guionista y director, de "Papás a la antigua" (Netflix, 2023), partiendo de una posible idea buena, pero que pronto acaba como un elefante en
una cristalería, ya que desde bien pronto se nota la falta de coherencia
narrativa para pasar a una serie de gags, algunos con cierta gracia, que se
pierden al cabo de media hora y que llega a aburrir a pesar de que la película
solo dura una hora y treinta y cinco minutos.
Estrenada
hace una semana en España, en la narrativa tenemos a tres boomer que se han
hecho así mismos, creando una empresa de camisetas que ahora han vendido a un
joven con nuevas ideas. Tanto el nuevo jefe, como el resto de la sociedad que
los rodea, de tendencia woke, harán que el mundo de los tres y sus valores ya trasnochados
para gran parte de la gente que los rodea, se vea amenazado por la
indiferencia, el choque social y la aparición de escenas, algunas graciosas, y
otras vergonzosas… Sin hacer demasiado hincapié en la rabia que siempre destila
el personaje principal, que no debe ser muy buena para el hígado.
En
definitiva: Creo que la película se plantea mal desde el principio, teniendo
alguna parte casi brillante, que da en el clavo, con una inmensa mayoría
tediosa, que no logra remontar el vuelo y que puede llegar, como he dicho
anteriormente, a aburrirte, y a no convencerte en absoluto, aunque sepas por dónde
van los tiros y como boomer, que es mi caso, no me llegue a identificar con
este tipo de bravuconerías yanquis que no me representan. Hay que argumentar más
y mejor, y gritar menos. Creo que es de las que pasarán sin mayor gloria. De
nota le doy entre un 4 y un 4,5.
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