“La
libreta negra” (Netflix, 2023) es una película nigeriana de 2 horas largas,
producto de la tercera industria cinematográfica mundial, la conocida como
“Nollywood”, que hace películas como churros, y que Netflix nos ofrece de vez
en cuando, como la mala, pero ya mítica, clásica, y de culto total, “Jagun Jagun”, entre otras.
En la narrativa, un admirado y querido diácono pierde a su
hijo a manos de unos policías corruptos, que lo ejecutan en una playa
acusándole de un secuestro que no cometió.
Destrozado, decide limpiar el nombre de su
hijo enfrentándose a todo el tinglado que tienen montado la policía en el país.
Primero lo intenta por las buenas, pero ante el fracaso que ello conlleva, deja
su anterior vida religiosa a un lado, y va por las malas, metiéndose ya de paso
por medio una periodista que también busca la verdad del asunto, y cuyo pasado
se relaciona con nuestro protagonista, aunque ella en un primer momento no lo
sabe.
Paul
Edima, que es nuestro protagonista, resulta que fue un antiguo miembro del
ejército, cuarenta años atrás, golpista y asesino de cuidado, por lo que han
despertado a un gigante dormido, y más pronto que tarde comienzan las
venganzas, y una verdadera guerra entre antiguos amigos y compañeros, y ahora
enemigos.
La trama acaba convirtiéndose en un montón de casualidades
fatales, con personajes un tanto planos, como en una tragedia griega donde
parece que se repiten historias que no fueron cerradas en el pasado.
En
definitiva: Película de tinte social, crítica clara a ciertos poderes del país,
a la que le sobra 30 minutos de metraje para contarte exactamente lo mismo. No
es demasiado original y sus personajes son más bien planos, te la ves venir de
lejos, pero puede llegar a entretener. El doblaje en Netflix es hispano-americano,
del cual no tengo nada que objetar. Le doy un 5 de nota.
Echadle un vistazo y ya me diréis que os
pareció.
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