Hace
tres años, “Extracción”
o “Tyler Rake” (Netflix, 2020), fue un éxito inesperado para la plataforma
Netflix. Una película sobre una temática vista mil millones de veces, pero con
la salvedad de estar protagonizada por Thor, y con escenografías de acción muy
trabajadas que hacían que te mantuvieras en el asiento sin pestañear mientras
la gente caía por cientos apuñalada o tiroteada y con un Thor que no era
invencible…
Aquel
pastel no podía dejarse ir, a pesar de que en teoría, no iba a haber ningún
tipo de saga ni continuación… Y es que Netflix se olió éxito y ya en 2022 nos
anunciaron a bombo y platillo que se venía una segunda parte, teniendo en
cuenta el planteamiento original, respetando parte del plantel, y con una hora
y cincuenta minutos de metraje (le sobran entre 25-30 minutos perfectamente).
En esta “Extracción
II”, o “Tyler Rake II”, como la han rebautizado en España, tenemos a Thor,
recuperado de la paliza que se llevó en la primera parte, restaurado y vuelto a
poner en liza, para una nueva extracción que se revelará relacionada con su
vida personal. Y es que en esta ocasión, sabremos algo más de cada uno de los
personajes, algo que, quizás… Llega a sobrar por el tipo de película al que nos
enfrentamos.
En la
narrativa tenemos a Thor sacando a la familia de un mafioso local de una cárcel
de Georgia, con la que está relacionado, dejando por el camino un reguero de
cientos de muertos y heridos (yo dejé de contar en el 353), con una música casi
inexistente, una estética muy de videojuego (hay un plano secuencia de 20
minutos que es una pasada), y unas escenas de acción muy elaboradas que superan
a las de la primera parte…
En
definitiva: Me ha parecido una película entretenida dentro de su género, que
amenaza tercera parte, lo cual no me extrañaría por la cantidad de capital que
Netflix ha invertido en el éxito de esta secuela, y que es ideal para
desconectar el cerebro y disfrutar de lo irracional de dar tiros, llevárselos y
repartir leña con mucha fantasía…
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