“Decio” (Ponent Mon, 2018) de Giorgio Albertini y Giampiero Casertano (que dibujó ¡Matad a Caravaggio! que es muy buen cómic, por cierto), es uno de esos cómics que los amantes de la Historia disfrutamos desde la primera página. Basada en la campaña de Anibal contra Roma (217-216 a.c) durante la Segunda Guerra Púnica, seguimos las vicisitudes, tanto de los movimientos cartagineses como de los romanos que ven impotentes como sus legiones son aplastadas por los norteafricanos.
Decio, hijo de una familia noble romana, que ha visto como su familia ha perdido a miembros por esta guerra, pronto se verá envuelto en ella. Y verá de primera mano que la guerra es cruel, violenta, sanguinaria, y un golpe de suerte le cambiará la vida, y de bando…
Tras un prólogo que nos da
entrada a los dos creadores, y lo que vamos a leer en las páginas posteriores,
entramos en la narrativa, que comienza con un busto romano en un museo que
clama a Clío que la escuche, y es quién nos cuenta la historia de Decio. Pronto
nos enfrascamos en la trama, que a veces peca de ciertos saltos, pero que
supera con creces con escenas llenas de acción, y con una gran información
extra a pie de página, porque este es un cómic documentado a más no poder
(vestimentas, armas, hechos…). Con una gran cantidad de datos que nos van
acompañando a lo largo de sus sesenta páginas.
En las páginas finales, como
viene siendo habitual en este tipo de cómics, nos encontramos apreciaciones de
los autores en el cuaderno de bocetos.
Ignoro si habrá, o no, una
segunda parte de este cómic. Espero que sí, ya que el final, ya lo veréis,
queda un tanto abierto, y es el único “pero” que le pongo a su lectura… Por lo
demás, os lo recomiendo, y mucho.
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