En 2003 fui a ver la
película “Soldados de Salamina” (2003) basada en el libro de Javier Cercas, de
mismo título. No me gustó. Me aburrió soberanamente el estilo documental de la
película, la vida de la protagonista, Cercas de apellido, que buscaba
encontrarse como escritora, investigando el fusilamiento (del que escapó
milagrosamente), de Sánchez Mazas, fundador de la Falange y posterior ministro
en la primera etapa franquista, mientras que reflexionaba sobre su posible bisexualidad,
al no hacerle ascos a una estafadora de viejos, bastante buenorra, que conoce
en el geriátrico donde tiene a su padre ingresado (eso es lo que recuerdo, han pasado dieciséis años).
Después, me compré el
libro en un mercaíllo de Badajoz,
pero no lo leí, y ahí está, amarilleando la portada hasta que me decida. Pero,
este mes, vi el cómic “Soldados de Salamina” (Reservoir Books, 2019) recién
salido del horno, con esa portada tan característica del soldado miliciano,
fusil en alto, dubitativo bajo un aguacero de la hostia… Y, al ver el nombre de
José Pablo García (“La
muerte de Guernica”, “La
Guerra Civil española”…) no tuve dudas ninguna. Me dije: Este cómic debe
estar muy bien. Porque, sinceramente, todo lo que me he leído de José Pablo
García (Málaga, 1982) me ha encantado, tanto por como narra las historias, como
por sus dibujos, y he llegado a pensar, por los cómics que me he leído, que se
está especializando en hechos relativos a la Guerra Civil española.
El cómic es diferente a
la película, y desconozco si al libro. Pero en el cómic tenemos al mismo Javier
Cercas, que ha abandonado el oficio de escritor, al estar en un punto muerto de
su carrera, y decide volver a lo que menos le gusta, para ganarse la vida,
trabajar como periodista. Su vida sentimental gira alrededor de una “choni” de
mucho cuidado, que no tiene nada en común con él. La historia del fusilamiento
de Sánchez Mazas llega hasta Cercas, y pronto empieza a hilar entrevistas con
testimonios, y un increíble trabajo de investigación, que le llevará a conocer,
o al menos eso cree él, con ayuda del escritor chileno Roberto Bolaños, a aquel
soldado republicano, que, una mañana lluviosa, tras la posterior escapada al
fusilamiento, perdonó la vida del falangista…
El cómic es muy
entretenido, de hecho, me ha tenido enganchado hasta el final, y es que, José
Pablo García nunca te defrauda con sus trabajos. Ciertamente, es muy
recomendable. Y, a Javier Cercas, le pido perdón por no haberme leído el libro,
todo llegará…
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