Después de quince días leyendo
que, “Venom” (2018) es una mala película, y una mala adaptación al cómic. Hoy
he ido a verla, y, ¡Oh, Sorpresa!, en mi opinión… No es tan mala. (Spoilers a partir de aquí, ojo)
Pero, vamos a ver… ¿Qué no es
una adaptación al cómic?, ¿Cómo carajo queréis que lo sea?, para serlo, debería
contarse toooooodita la historia de las “Secret Wars” previamente, y narrar
como Peter Parker es quien encuentra al Simbionte Venom. Por esa regla de tres,
absolutamente todo lo que ha hecho hasta la fecha Marvel Productions en Cine
podrías tirarlo, perfectamente, a la basura sin pestañear. ¿Os gustó “Logan”?,
¿Sí?, pues no tenía nada que ver, absolutamente nada que ver, con el cómic. No
hay que cogérsela con papel de fumar todo el rato.
¿Es una mala película? No. No
lo es. O, al menos, no tan mala como salirte del cine. Se carga, como digo, la
historia original de los cómics de uno de los villanos más icónicos de
Spiderman, que llegó a tener serie propia (yo no la leí, no os voy a mentir), y
podría haberse sacado mucho más jugo a la historia, pero, no es de las peores
películas de Marvel. Lo mismo leí de “El Hombre Hormiga y la Avispa” (2018), y
la disfruté como un enano.
Aquí tenemos como principio,
la llegada de los simbiontes al Planeta Tierra. En el cómic lo trae Spiderman
en forma de traje, como ya os he comentado. En la película de Spiderman 3 de
Sam Raimi vienen montados en un meteorito comiendo palomitas. Y, aquí, los trae
una nave espacial de la Fundación Vida, (cuyo astronauta es un tal Jameson,
guiño total al eterno cascarrabias editor del Daily Bugle, el bueno de Johan
Jameson), y cuyo director es Carlton Drake, que será el huésped del simbionte Riot,
y, por lo tanto, el enemigo a batir por Venom. Cambiamos Spiderman por este
tipo como enemigo principal de Venom. Los eruditos aquí se mesaban las barbas y
musitaban: “Se están cargando la historia, no puede ser, eso es inconcebible,
bochornoso…”, y demás chorradas frikis. Callaros coño, que no dejáis ver la
p.película. No aceptan esto, pero aceptan que cada héroe Marvel haya muerto y
resucitado una media de quince veces en la última década y media. Vamos, iros a
cagar a la vía.
Por caprichos del destino,
Venom, acaba en el cuerpo de Eddie Brock, un periodista que tuvo algunos dimes
y diretes con Peter Parker en el pasado, y que se ha cambiado a la misma calle
donde vive “El Hombre Hormiga”, pero aún no han coincidido por el barrio.
Mientras tanto, Riot (en una cagada de guion) acaba en Malasia, y su mayor
objetivo es llegar a Estados Unidos. Toda buena invasión comienza por los
Estados Unidos, si no, no vale la pena invadir nada. Ni siquiera Malasia. Se
supone que Riot se va alimentando de gente, y cambiando de huésped, hasta
llegar a los Estados Unidos, donde tiene previsto pillar el próximo cohete de
la Fundación Vida para ir al cometa, planeta más bien (otro error cojonudo de
guion), del que proviene y llenarlo de simbiontes, para regresar e invadir
Estados Unidos. Un plan magnífico.
Pero ahí entra Venom, que
reconoce ser un pringado en su tierra natal (¿Qué se habría fumado el guionista
aquel día, Venom un pringado? Ni de coña) y que no quiere que YankeeLandia se
nos llene de simbiontes. Allí era un pringado, y aquí soy Reina Madre. Ocurre
mucho. El percasol se cree tiburón en el Guadiana.
Por el medio hay una aparición
estelar de los Mayans, que nos indican donde aparcar la moto. La chica,
guapísima, metida durante quince segundos a She-Venom. Stan Lee paseando al
perro. Y Tom Hardy, el prota, con cara de haberse retirado como boxeador de
tercera división. Lo que más me gusta de este tipo es que tiene la misma
dentadura que yo… Hecha una mierda, y ahí está, haciendo películas.
Resumiendo… Se nota que a la cinta
le han recortado, y a base de bien, metraje a cascoporro. Venom no sale, ni
está ni se le espera, en la primera hora de película. Hay una escena en la que
Eddie se come unas langostas vivas, porque Venom tiene hambre, que sobra
perfectamente. Tampoco tiene demasiado sentido el vecino guitarrista. Las
escenas de persecución y lucha, me han gustado. Intentan darnos una idea de que
Venom “es bueno”, y por ahí no paso, es un vil hijo de puta. El simbionte llega
a despedirse de Eddie (fue bonito mientras duró), y seis meses después, resulta
que no solo lo tiene en el páncreas, sino que son colegas con contrato mediante…
… Y aún así, me ha gustado. De
verdad. Tiene agujeros aquí y allá. Algunas partes que hacen Ñeeecckk, pero, no está tan mal, tan mal… Como había leído. A mi se
me ha pasado volando.
P.D: La primera escena
post-créditos, me encantó. La segunda, me fui. Me estaba orinando.
4 comentarios:
Pues tras leer tu crítica no las tengo todas conmigo...
Que si. Ve, de verdad Carls
Quiza esos espectadores esperaban algo similar a la adaptación cinematográfica de "300" o de "Sin Coty", que en mi opinión son un calco perfecto de los comocs... No he visto "Venom", pero después de leer tu cimecoment me han entrado ganas...
Hola Mª José. Yo te la recomiendo. No es taaaan mala como dice la crítica. Ya me contarás ;-)
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