Con varios meses de retraso,
me he atrevido con “Oppenheimer” (2023), que fue este verano, uno de los éxitos
cinematográficos de este 2023 que se nos termina ya mismo, junto a la icónica
muñeca rosa de Mattel.
La verdad es que sus tres horas de duración me echaban para
atrás, ya sabéis la manía que le tengo yo a los metrajes kilométricos, y de
haberla visto en el cine, posiblemente me hubiera cansado de bufar, como gato
cabreado, durante toda la última hora de metraje.
No conozco exhaustivamente la historia del llamado padre de
la bomba atómica, no voy a mentir, solo algunas cosas y hechos muy generales
leídos en cómics, que, precisamente, se han publicado durante este 2023, pero
la película nos da una visión, creo, de toda la vida y obra del físico teórico
Robert Oppenheimer.
Volviendo al metraje al metraje, una de mis obsesiones más recalcitrantes,
de mis paranoias más repetidas en entradas y vídeos… Las dos primeras horas,
vale. Me valen. Me han tenido enganchado. La tercera, para mí, ha sido un
aburrido galimatías de mucho cuidado, un laberinto de nombres, acusaciones, un
juicio que no es tal, y un paseo de actores donde me he perdido con suma
facilidad, y que ha conseguido, esta tercera hora como os digo, darme un gran
bajonazo y pedir la hora.
Sé, soy consciente de ello, que muchas veces las opiniones a
toro pasado, meses o incluso años después, no se tienen en cuenta por la falta
de inmediatez de la opinión. Vivimos el
aquí y el ahora, y lo que ha salido hace quince minutos, una hora, un día, en
una semana es viejo, obsoleto, es Paleolítico Superior, no interesa… Pero, y
con esto me uno a las opiniones dadas hasta la fecha, la película me ha
parecido buena en su ejecución, correcta, pero perdida en su desarrollo a
ratos, llegándome a aburrir en algunos tramos de la misma.
En la narrativa tenemos una película biográfica. El
desarrollo de la primera bomba atómica, partiendo de su creador, Oppenheimer, y
todo lo que se desarrolló alrededor de su creación, con defensores y
detractores, mezclando lo profesional con lo banal en una historia que por
momentos parece más de espías, que de aburridos físicos, que es lo que eran en
realidad la mayoría de ellos hasta donde sé, metidos en la destrucción del
átomo.
Sin meterme en el berenjenal de lo que fue real o ficción, y
sin haberme leído el libro en el que se basa, comentaros… Excelentes las
interpretaciones de todo el personal: Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert
Downey Jr (que es el malo, malísimo, rencoroso y envidioso), Matt Damon,
Florence Pugh y los trescientos cincuenta más que salen…
En definitiva: Creo que le sobra una media hora larga de la
última hora, como ya os he comentado. No es mala película, pero me he llegado a
perder un poco en los saltos en el tiempo, los cambios en color según el que
esté sea Iron Man (blanco y negro) o el propio Oppenheimer (en color), y las
persecuciones políticas de la época.
Le doy entre un 6 y un 6,5 de nota. Si el director saca una nueva versión con un buen corte, la subo al 7 o al 7,5. Fijo.
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