Una de las novedades que hemos
tenido en este final de año, respecto a cómic, y ya sé que todos los días salen
muchos nuevos cómics, pero de las que yo destacaría sin dudarlo, es este
fantástico tomo que os presento hoy, “Frankenstein” (Moztros, 2023), dentro de
la colección “Maestros del Horror” del que también forma parte el clásico
“Drácula” de Bram Stoker, de la gran autora Mary Shelley, autora de la inmortal
obra de terror por excelencia, que es “El Moderno Prometeo”, que surge, que se
escribe en unas interesantes circunstancias, en el verano de 1816.
Un verano frío, debido a que las cenizas del volcán
indonesio conocido como el Monte Tambora, dejó miles de toneladas de polvo
volcánico en suspensión en gran parte de Europa y en parte del continente
americano, siendo conocido ese año, como “el año sin sol” y trayendo, de paso,
una de las primeras grandes hambrunas del S.XIX al perderse gran parte de las
cosechas y del ganado.
Bajo esas circunstancias, como digo, el mismísimo Lord Byron
planteó a sus amigos, residentes forzosos por el mal tiempo de la Villa Diodati
en Suiza, una lectura colectiva de parte de los libros que llevaba consigo el
gran poeta romántico, y esa lectura dio pie a un peculiar concurso, donde los
presentes debían crear, escribir y compartir, un relato de temática
terrorífica.
Solo dos miembros de aquel grupo de amigos y lectores,
amantes (también hay que decirlo), completaron el reto. John Polidori, amigo y
médico de Byron, y la joven de dieciocho años Mary Wollstonecraft Godwin,
después conocida por su nombre de casada, Mary Shelley.
Una pesadilla febril le presentó al monstruo, al hombre
revivido, que se levantaría después de que un poderoso generador energético, un
calambrazo de los buenos, lo hiciera caminar junto al resto de los vivos…
El cómic que nos presenta la editorial Moztros, de tapa dura
y 111 páginas, viene de la mano de un trio de artistas que han sabido captar la
esencia de la novela clásica por un lado, y de los cómics clásicos de terror
clásico de los años sesenta y setenta, con un estilo que me ha recordado,
inevitablemente, a las viejas historias de “Creepy”, y de “El Guardián de la
Cripta”, con un sabio uso del blanco y negro, de la viñeta a ratos claustrofóbica,
y a ratos abierta, como invitando al lector a unirse a la historia de terror
que el Capitán Walton escucha de la boca de un moribundo Víctor Von
Frankenstein, en el infierno helado del Ártico.
En la narrativa, ya conocida: El joven Frankenstein trae a
la vida a una criatura humanoide, realizada de retazos de materia muerta, que,
tras un calambrazo de tres pares de narices, recobra la vida. Su propio
creador, que no es Doctor, pues abandonó sus estudios para ser autodidacta,
rechaza a su propia creación, que toma venganza de su creador por dicho
rechazo, cargándose a las personas que más quiere Frankenstein, que muy
cabreado inicia una caza vengadora que le llevará hasta el Ártico, donde
encontrará finalmente la muerte tras narrarle al Capitán Walton, que anda
buscando un paso marítimo por el norte y está prácticamente atrapado en el
hielo junto a la tripulación de su barco.
Al enterarse de la muerte de su creador, la criatura,
dolida, decide finalmente desaparecer…
Con dibujos de Francesco de Stena, adaptación a cargo de
Giulio Antonio Gualtieri y con prólogo de Roberto Recchioni, el tomo se remata
con un triple epílogo por parte de los autores y algunas escenas de la obra.
En definitiva: Un cómic fundamental, con esos aires clásicos que antes os mencionaba, que hará las delicias de los amantes del terror clásico. Recomendable no, imprescindible.
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