“Vinland
Saga 11” (Planeta, 2016) de Makoto Yukimura, nos trae una vuelta a la Corte del
Rey Canuto, el cual ha envenenado a su hermano, que ostentaba la corona danesa,
y ha llegado justo para verlo morir. Canuto se ha vuelto un rey cruel y
despiadado, que está siendo martirizado por la visión que tiene de la cabeza de
su difunto padre cortada, que se le aparece continuamente, y en los momentos
menos indicados.
A
la par, en la Granja de Thorfinn, se les promete la libertad a él y a su
compañero de fatigas, tras tres años de trabajo desbrozando un bosque, mientras
que el Clan de Ketil, dueño de aquellas tierras, cae en desgracia frente a
Canuto y un tal Leif Eriksson llega en su barco para comerciar…
Al
final del tomo hay una “ida de pinza” del autor, con unas viñetas supuestamente
jocosas, un plano de la Mansión del Gran Amo, y una reflexión final sobre lo
que es ser padre-hijo por parte de Makoto Yukimura.
Parece
que el tema vuelve a ser interesante…
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