“La
isla negra” (Netflix, 2021) película alemana que me ha traido el algoritmo de
la plataforma Netflix, prometiendo suspense y miedo, y que me ha hecho bostezar
durante más de una hora y media larga, pero larga, de auténtico sopor…
Spoilers ya: Quizás
la culpa ha sido que yo iba buscando una cosa, y me he encontrado con otra.
Quizás la película esté sobrevalorada, y sea la típica de Antena 3 de sobremesa
y Netflix me la haya vendido como “la leshe de película, oiga”, y ciertamente,
tras un inicio prometedor, en la que un perro en una playa se carga a una tipa
y un coche se estrella con el único árbol a 40 km a la redonda… Viene el
soponcio.
Una
extraña profesora de literatura llega a la localidad, viene sustituyendo al
profesor titular que ha tenido un accidente en Mallorca. La tipa ya desde el
primer día va de guay y se acerca mucho a los alumnos, y cuando digo mucho, es
mucho con uno concretamente, Jonas.
Aparte
de comportarse como un bisho raro, que provoca ciertas tragedias y actúa de
manera sospechosa, la profesora levanta el recelo de algunas de sus alumnas,
que no acaban muy bien, y el esperado terror que te anuncia Netlix ni está ni
se le espera, convirtiéndose aquello en una truculenta historia de venganzas
ochenteras donde se mezclan asesinatos, amores no correspondidos y piruetas…
Resumiendo: Ni escalofriante, ni inquietante, ni de miedo como se anuncia en Netflix. Aburrida, con cuarenta minutos de más, y sobrevalorada.
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