“1527: El Saqueo de Roma” (Cascaborra, 2020) de Desiree Bressend (guion) y Rubén Gil (dibujo), nos traslada a un episodio crucial, dentro del reinado Carlos I, que da mucho juego para ser tratado en formato cómic, tal como han demostrado, por cierto, los autores de este gran volumen.
Posiblemente, sea uno de los cómics más visuales de los publicados hasta la fecha por Cascaborra dentro de su colección “Historia de España en viñetas”, y es que el estilo de Rubén Gil (casi fotográfico, con un uso del color muy característico) da mucho juego para ello. La narrativa se centra en el episodio en el que las tropas imperiales, formadas en gran parte por mercenarios protestantes, asaltan la ciudad de Roma en 1527. Por una parte, están desesperadas por no haber cobrado. Por otra parte, al fin y al cabo, como digo, son protestantes (luteranos), y nada mejor que asaltar la capital religiosa de los católicos, mientras el Papa Clemente VII se ve superado en todos los aspectos.
En la narrativa del cómic, abundan más los cuadros explicativos de los hechos, que los diálogos, y me ha parecido otro acierto a destacar. Vemos los puntos de vista de las tropas atacantes, del propio Papa que ve que la Liga de Cognac, formada por Venecia, Francia, Milán y los Estados Pontificios, contra Carlos I, no puede ante la fuerza arrolladora de las mal pagada tropas dirigidas por Carlos de Borbón… Hasta del rey de Francia, Francisco I. Con ello, el cómic logra tocar todos los palos posibles, enfocando la historia desde múltiples ángulos, y dejando, desde luego en el lector, la sensación de haber leído un cómic muy bien documentado, trabajado, y magníficamente presentado.
El prólogo, igualmente, de Luis Alberto de Cuenca, de la Real Academia de la Historia, es otro elemento que ayuda, desde un principio, a centrar al lector en este proyecto, que concluye con un epilogo de Desire Bressend a la obra realizada, unos diseños alternativos de la portada, y el boceto, desarrollo, y conclusión, de una de las páginas presentadas en el cómic.
En resumen: Un gran cómic
que estoy convencido que cualquier amante de la Historia va a disfrutar prácticamente
desde la primera página, con un estilo muy cinematográfico, y un guion francamente
bien hilvanado, cuidado y documentado. Altamente recomendable.
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