Con “Riphagen” (2016)
me he llevado otra sorpresa. Con todo lo que leo sobre la Segunda Guerra
Mundial, me encuentro con un hecho, como ya me ocurrió con la batalla de la
Isla de Wake, que ni conocía, ni del que había oído hablar siquiera.
“Riphagen” se basa en
la vida de un criminal holandés, Andries “Dries” Riphagen, responsable de la
muerte de cientos de judíos. El tipo ya traía un historial interesante de
negocios turbios y mafiosos antes de la guerra, pero durante el conflicto,
afiliado a un partido antisemita, se ganaba la confianza de los judíos, con los
que se fotografiaba como amigo de ellos, y después los traicionaba a los nazis
a cambio de una recompensa, objetos e incluso propiedades donde se metía a
vivir, mientras que los judíos acababan muertos o en campos de concentración.
No solo puso en apuros
a los judíos, también a la Resistencia Holandesa le hizo perder a muchos
miembros. Y ahora viene lo interesante del personaje: Al tipo, nunca le pasaba
nada, se escapaba siempre “de rositas”
de las situaciones más chungas y comprometidas, tanto por el lado nazi, como
por el de la Resistencia. Llegando a escapar a Argentina donde se hizo un hueco
en el gobierno del matrimonio Perón, llegando a alcanzar puestos altos dentro
de dicho gobierno.
Es increíble como a
este criminal le salió todo, absolutamente todo bien, y nadie le diera caza ni
se acordara de él durante años, y cuando así fue consiguiera zafarse con una
facilidad pasmosa. La recomiendo para conocer otra cara más de la Segunda
Guerra Mundial.
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