1585: Empel (Cascaborra, 2020) Javier Marquina, Jaime Infante, Guillermo Pereira
Muchas veces he
comentado en el blog, que es una suerte tener una editorial como Cascaborra que
se esté preocupando por llevar la Historia de España a todos los públicos a
través del cómic. No en vano, es la editorial a la que más entradas le hemos dedicado
en el blog, y con mucha diferencia, y por algo será.
“1585: Empel”
(Cascaborra 2020) de Javier Marquina (guion), Jaime Infante (dibujo) y
Guillermo Pereira (color) es un nuevo ejemplo de buen cómic histórico,
divulgativo, que no pierde su interés en ningún momento, y que mantiene al
lector expectante desde la primera hasta la última página. En primer lugar, por
la misma confesión de Marquina en su prólogo, en la realización del cómic,
donde habla del trabajo de investigación llevado, que, además, no hace falta
resaltarlo porque se nota. Y, en segundo lugar, porque bordan el contexto
histórico, notablemente, con una historia muy bien presentada y narrada, dentro
de La Guerra de los Ochenta Años (1568-1648) que culminó con la Independencia
de los Países Bajos.
Empel no fue un
episodio más. Pudo haber sido la tragedia de la perdida de tres Tercios
integrados por cuatro mil hombres, atrapados en la Isla de Bommel en diciembre
de 1585. Rodeados de agua, con el peligro de que los rebeldes rompan los diques
y se los lleve por delante, y aguantando el cerco de la flota holandesa que los
cañonea sin piedad, mientras aguantan el frío y la humedad, completamente
desarrapados, pero con el orgullo muy alto, rechazando la rendición.
En esta tesitura, un
soldado encuentra una imagen de la Virgen mientras cava una trinchera para
guarecerse, y la tropa española lo toma como gran milagro cuando ven que las
aguas que les rodean se hielan en la noche del siete al ocho de diciembre, dejando
a los españoles campo abierto para deslizarse sobre el hielo y atacar a los
soldados holandeses, que huyen despavoridos ante los españoles. Los Tercios lo
achacaron a un milagro
de la Virgen. Milagro o no, fue un hecho celebrado y recordado, por el cual, la
Inmaculada Concepción fue tomada por patrona de los Tercios españoles, y años
(siglos) más tarde, por la propia Infantería.
El cómic os va a
sumergir en aquellos hechos de manera loable, con personajes que no existieron
pero que ayudan al desarrollo narrativo, y respetando en todo momento los
hechos, el lugar y el contexto en el que nos movemos. En las páginas finales, además, tenemos un dossier histórico de Manuel P. Villatoro, que remata perfectamente los hechos y la época de la que hablamos. Es ciertamente un buen
cómic, os lo recomiendo.
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