Gon es un profesional
de las matanzas con cuchillo, con pistola, con ametralladora y con todo lo que
se mueve. Trabaja para una pandilla de alegres mafiosos, cuya esperanza de vida
suele ser de tres minutos y medio. Un buen día, lo mandan a cargarse a unos
tipos que están metidos en una red de conspiradores y cosas parecidas. Gon,
accidentalmente, mata a una nena pequeña que acompañaba a su padre en dicha
misión.
Igualmente, le encargan
matar, ya de paso, para rematar la faena, a la madre que tiene datos y archivos
valorados en cien millones de dólares. Pero algo ha cambiado dentro de Gon, no
se sabe si es amor o lástima por esa mujer que lo ha perdido todo. Así que se
resetea en vengador solitario y se vuelve contra los suyos, los otros, y prácticamente
todo lo que se mueve por la pantalla.
“El redentor” (2014) es
una película que tarda en arrancar, porque el pecado de Gon le atormenta
durante la primera hora de película y vemos el cambio que produce en el
personaje el haber matado a la pobre nena, pero ya en la segunda hora,
comienzan los tiros, cuchilladas y los bombazos a diestro y siniestro y se
convierte en una película de acción clásica con hectolitros de sangre para
repartir. Hay, por lo menos, una media hora larga de trepidante acción, tanta,
que yo me perdía entre las numerosas bajas, hasta llegar a un par de “Final
Boss” al más puro estilo arcade.
En fin, película para
pasar el rato y no pensar en mucho más, como habréis imaginado. Si os gustan
los tiros y la acción, os gustará seguro.
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