Oregon, 1850. Estamos en plena época de la Fiebre del Oro.
Miles de personas van al Oeste en busca del metal dorado, que los hará ricos,
si es que lo encuentran.
Dos hermanos, los Sisters, dos cazarrecompensas, viven de
cumplir diversas misiones, matan a criminales, a gente inocente, el caso es
tirar p´adelante.
El Comodoro les manda una misión: Capturar a un químico (Hermann
Warm) que tiene una fórmula relacionada con el oro y la manera de encontrarlo
en los ríos, acusado de robar dinero al Comodoro. Para ello, ha mandado, de
momento, a un explorador en pos de él (John Morris), para tenerlo localizado,
pero los Sisters deben ponerse en camino y acabar con él. El problema comienza
cuando el explorador se hace colega del químico, y lo que iba a ser un trabajo
sencillo, se convierte en una persecución demencial por los estados
occidentales del país, y en un interesante giro de tuerca...
La película bien podría haberse llamado “Cuatro hombres y un
destino” en vez de “Los hermanos Sisters” (2018). Los cuatro tienen caracteres
y motivos para vivir diferentes. No suelo ver películas del Oeste, por lo menos
desde hace un tiempo, pero esta me ha entretenido bastante, aunque, como bien
adivináis, le sobra metraje, y es que la cinta se mete en rollos de realismo
mágico que me recuerdan a “Blueberry” (salvando las distancias). Aún así, está
bien caracterizada, con pistoleros guarros y borrachos, lejos de los
arquetípicos “camisas bien planchadas John Wayne”, y con disparos bastante
realistas, lo cual se agradece.
1 comentario:
La vi hace un par de semanas y me gustó. Bastante realista en general y coincido contigo en que le sobra un poco de metraje.
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