Hace poco más de tres
años, me hice con los dos primeros volúmenes de una trilogía ideada por Jean-Pierre
Filiu y David B, dibujante francés del que hemos comentado en el blog algunas
de sus obras, como “La
lectura de las ruinas”, “Los
complots nocturnos” y “Martha
Jane Cannary” (sobre la vida de la mítica “Juanita Calamidad” este último)
La trilogía en cuestión
era “Los
mejores enemigos. Una historia de las relaciones entre Estados Unidos y Oriente
Medio”, y cuyos primeros períodos comprendía entre 1783-1953, y 1953-1984.
Ya en su día, comenté en la entrada de estos dos primeros tomos, que, en mi
opinión, lo peor de ellos dos era que se me habían hecho cortos. Y era cierto.
Ya que la relación de Estados Unidos con los países integrantes de Oriente
Medio, desde Israel hasta Irak, Iran, Libano, Siria o Kuwait, ha sido, y es,
mucho más intensa de lo que sabemos, o conocemos.
Con el asesoramiento de
Jean-Pierre Filiu, y el onírico dibujo de David B (que me recuerda mucho a los
expresionistas alemanes y sus xilografías), con su riguroso blanco y negro y sus máscaras deformes, me he embarcado en este tercer y
último tomo que cierra la trilogía, la tercera parte que va de 1984 hasta 2013,
y que cierra, de momento, con Obama, dichas relaciones que han fluctuado entre
el amor y el odio, y donde salimos de Reagan, para meternos en los Bush,
Clinton, la Guerra Iran-Irak, la invasión de Kuwait, el 11S, y las Primaveras
Árabes, por citaros algunos de los acontecimientos que narra el cómic.
Para saber, y conocer,
como una pequeña perla, cuyo brillo te pique a investigar más profundamente, “Los
mejores enemigos” cumple perfectamente su cometido. Y ojalá, en un par de años,
saquen algún tomo más, porque, desde 2013, la cosa sigue interesante…
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