“Apagad ese maldito
cigarro”, fueron las últimas palabras que pronunció Saki, en la batalla de
Beaumont-Hamel, donde servía como sargento de los Fusileros Reales, antes de
que un francotirador alemán le volara la cabeza.
Héctor Hugh Munro (1870-1916),
alias Saki, está considerado uno de los mayores escritores de relatos cortos en
lengua inglesa del S.XX, y quizás uno de los mayores humoristas, de humor fino
y de ironía socarrona, disfrazada de un gusto victoriano, con unos cuentos
maravillosos sobre el carácter humano. Su alter ego, Clovis, así lo demuestra
en muchos de sus relatos. Y, eso que, tenemos relativamente pocos relatos de
él, ya que su hermana destruyó muchos de ellos al enterarse de su muerte.
Leer a Saki es una gozada
para los que disfrutamos de los relatos cortos. Estos últimos días de verano,
he releído “Cuentos de humor y de horror” (Anagrama, 2009), que es una verdadera
delicia de historias asombrosas, todas ellas de un humor sutil: Con hombres
lobo, gatos que hablan y niños vengativos… Solo Saki sabe tomarse el horror, con perfecta naturalidad, y encima glasearlo con una capa de cachondeo.
Si no conocéis su literatura,
os aseguro que Saki crea una adicción impresionante. Escritor, periodista,
historiador, era un genio a la hora de contar historias. Y, a Saki, hay que
volver, de vez en cuando…
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