“Lo mejor de Future
Shocks” o “Tharg´s Future Shocks” (2010), es una compilación de relatos cortos,
en cómic, editados como un integral por Ediciones Kraken.
En este tomo, os
encontraréis lo mejorcito de una publicación semanal, “2000 AD”, que, comenzó
en 1977, siguiendo la estela de otras similares, sobre todo, “Creepy”,
que es la más recurrente (aunque tenía pocas historias futuristas o espaciales,
su especialidad era el terror clásico), aunque hasta los noventa hubo otras
miles, con desigual futuro y aceptación.
La diferencia de “Future
Shocks”, respecto a otras publicaciones, es que, en esta, un alienígena llamado
Tharg, daba paso o entrada a unas historias futuristas, basadas en futuros
lejanos, utópicos, distópicos, imaginados, recreados, con o sin
extraterrestres, donde muchas de ellas, relatos cortos, ocupaban de una a cinco
páginas, como mucho, siguiendo la premisa del maestro Alan Moore, que había
dicho que “si no puedes contar una historia en cinco páginas, es que no eres
escritor” (idea en la que yo coincido plenamente, ya que vivimos en una
sociedad en la que si no te ven publicar una novela de 567 páginas, no eres
nadie…)
Las historias de “Future
Shocks” son divertidas, filosóficas, irónicas, dramáticas, ecologistas… Todas
tienen un comienzo y un final. No se continúan unas con otras, salvo en algunas
de Grant Morrison, que se inventó un personaje, Ulysses Sweet, amante de las
bombas atómicas, que tuvo algunas historias seguidas, pero sin llegar mucho más
allá…
Lo curioso, para mí, de
este tipo de publicaciones, (y “AD 2000”, se mantuvo, creo recordar, hasta los
noventa), es como se imaginaban el futuro estos guionistas y dibujantes de los
setenta y ochenta (John Smith, Peter Milligan, Grant Morrison, Neil
Gaiman, entre otros, con grandes teléfonos, ordenadores
vaporosos y televisores tridimensionales, con personajes con la estética de los
setenta y ochenta. No son pocas las historias donde se imaginan un 1998, o un
2008, con naves espaciales y robots por doquier.
Hoy en día, este tipo de
publicaciones ha desaparecido, desgraciadamente. Pero estos integrales, y
algunos cómics sueltos que uno encuentra por aquí y por allá, nos recuerdan que
hubo un tiempo donde se imaginó un futuro, y, en algunos casos, fueron unos
visionarios, ya que, en algunas tecnologías acertaron…
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