Si he de ser sincero, no
conocía mucho del Tao. Siempre he pensado que era una filosofía oriental más, y,
aparte de alguna típica frase que te encuentras en Facebook, mi experiencia se
reduce a leerme, hace unos años, un cómic que hablaba, muy por encima, de este
modo de entender la vida.
Después, vi por ahí este
librito, y dado su bajo precio, me dio por comprarlo. Es un libro corto y
sencillo, conformado por 81 poemas, que hablan del Tao Te Ching (“Libro del
Camino y de la Virtud”), que, al parecer, fue recopilado en el S.V a.c, por un
archivero imperial chino, un tal Lao Tse (que, en chino, al parecer, significa “antiguo
maestro”)
El Tao, por lo que he podido
entender a través de la lectura de los poemas, es como “Lo Absoluto”, un camino
en la vida, al que se llega gracias a la “no actuación”, o la “no acción”. Es,
así lo he entendido, parecido al “panta rei” de Heraclito, “Todo fluye”, y tu
debes elegir, si en ese fluir vital, eres roca o eres agua.
Interesante este pensamiento,
esta manera de ver la vida, tan distinta a la nuestra, Occidental. Me he
quedado un tanto cojo en cuanto a conocimientos, pero, para empezar a entender
algo, creo que es un buen libro, un buen comienzo.
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