“Encontré al diablo” (2010) es
una película que ya tiene sus años. Pero como, últimamente, todo lo que veo de
Corea, del cine coreano, me está gustando. Hoy he decidido alquilar esta
película sin tener ni idea de lo que iba.
La historia me ha resultado un
tanto atípica, pero con tintes a la serie de “Saw”, y a la ya mítica “Seven”
(hay escenas muy parecidas). Por un lado, tenemos a Kyung Chul, un asesino en
serie, especializado en matar, degollar, descuartizar… A chicas guapas y
jóvenes (aunque tampoco hace ascos en cargarse a tipos hechos y derechos). Un
día, comete el error de asesinar a una joven embarazada, cuyo novio es un
agente secreto, y cuyo padre es un policía retirado.
Pronto, el agente da con el
asesino, y le mete una buena paliza. Pero… Lo deja libre. El asesino vuelve a
actuar, y el agente le vuelve a dar otra paliza. Eso me dejó un tanto
anonadado, porque yo me lo hubiera cargado a la primera y la película la
termino en treinta minutos. Pero este tipo actúa así durante toda la cinta. Con
una buena carga de sangre borboteante, sadismo, palizas y piruetas imposibles.
En un principio, todas las
batallitas iniciales, las gana el agente, pero posteriormente, se da cuenta de
que ha cometido el error de no acabar con el asesino a la primera, y este, cada
vez es más sádico, más hijo de puta, y más difícil de encontrar…
La película me ha gustado, me
ha tenido muy entretenido. Le sobra, perfectamente, como mínimo, media hora,
pero os la recomiendo.
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