domingo, 10 de junio de 2018

Jurassic World: El reino caído (2018)

Mi territorio es Discovery


        ¿Quién dice que no se puede resucitar no solo a los dinosaurios, sino también la pasión que desatan estos bichos? Spielberg los resucitó con muchísimo éxito en los noventa, y Bayona lo ha vuelto a hacer. Quizás sin manejar las cifras astronómicas de beneficios de entonces, pero ahí tenemos “Jurassic World: El Reino Caído” (2018) que amenaza con quedarse un tiempo en cartelera.
El salón de mi casa es igualito... Bueno, un poco más pequeño.


        Hoy la he ido a ver, y curiosamente, para ser la sesión mañanera de domingo, en las que solemos estar cuatro miaus, hoy estaba a tope la sala. Mucho crío, mucho papá con la familia, algunos abueletes… Los dinosaurios enganchan. Dan ese morbillo de bichos extintos, terroríficos, que lo mismo podían pasar de ti que comerte de una sentada con unos colmillos afilados como espadas toledanas.
Los felinos y su manía de echarle güevos al asunto.


        Bayona ha realizado, en mi opinión, una buena película. De esas que tienen guiños para los que hemos visto las anteriores entregas, pero también con la capacidad de ver algo nuevo. A mi me ha recordado a la última “Jumanji” (2018) a ratos (cuatro personajes, cada uno con habilidades específicas), y a otros ratos a aquellos cómics legendarios de los ochenta que leía en blanco y negro, y que aún conservo, titulados “Xenozonic Tales”, o, como diría el videojuego de Capcom, “Cadillacs & Dinosaurios” (1993), en algunas de sus tramas.
Menudo juego da el güevo ese transparente.


        Os cuento: La isla Nublar, donde se ubicaba “Parque Jurásico”, ha entrado en erupción, y la vida de los abandonados dinosaurios del parque corre peligro. Se monta una expedición para salvar al máximo de especímenes posible antes de que la lava arrase con todo. Pero, lo que parece una misión “humanitaria”, se convierte en algo más retorcido en manos de unos pocos ambiciosos que juegan con el Adn y el destino de los dinosaurios supervivientes…
El encantador de dinosaurios, en Mega


        Los dinosaurios no son mi fuerte, pero he de reconocer que, al menos con esta película, no me he aburrido, y que me he tirado las dos horas de cinta sin ir al WC, que suele ser buena señal. Trepidante, a ratos claustrofóbica, con dinosaurios empáticos que lo mismo se comen al vecino que se echan unas birras… ¿Qué más podemos pedir? Recomendable.
    ¿Cómo no vas a quererlo con esa mirada tierna y entrañable? Es imposible 

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