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jueves, 8 de septiembre de 2016

Angry Birds. La película.

     



         No es la primera vez que os hablo de una película basada en un videojuego, así, a bote pronto, me acuerdo de Warcraft, a la cual os hice referencia hace unos meses, y que a mí, personalmente, no me convenció, a pesar de que la crítica en su día la ponían bastante bien. Hoy en día, no sé si se atreverían a decir lo mismo después de un nuevo visionado.

            ¿Cuántas horas me habré tirado jugando a las distintas versiones de Angry Birds? Ni idea, pero han sido muchas. Rovio nos asombraba a todos hace unos años con este sencillo juego de estrategia donde, una serie de simpáticos y cabreados pájaros, cada uno con un poder, se tiraban con un enorme tirachinas para acabar con unos ingeniosos cerditos verdes que les habían robado previamente sus huevos.

 Ni que decir tiene que los de Rovio se hicieron de oro, y lejos de matar la gallina, o los huevos, aprovecharon el tirón del juego para ir sacando diversas versiones del mismo, mercadeo de todo tipo: Mochilas, lápices, camisetas, paraguas… Y claro, algún listo pensó en su día: ¿Y por qué no hacer una película?, y claro, la idea no les hizo agua porque esta primavera de 2016, nos presentaron, por fin, “Angry Birds, la película”.

¿Y qué tal está? Bueno, pues en mi opinión, entretenida. Es una película que puedes ver con tus hijos, o con tus sobrinos, y que les va a resultar simpática, quizás excesiva en su metraje. O puedes verla con tus colegas de cuarenta años, que han jugado contigo alguna vez a la aplicación, y la disfrutarás igual, o quizás más, al ver muchos guiños de los distintos juegos (hay un guiño a “El resplandor” que me hizo soltar una carcajada, lo reconozco).


Las voces de José Mota (Chuck), Santiago Segura (Red) y Álex de la Iglesia (Rey Cerdito) son, en la versión española, más que acertadas. El tándem Mota-Segura siempre funciona bastante bien, y la película no tiene mayores pretensiones que la del propio juego. La música, variada, sorprende, porque en su BSO te encuentras desde Black Sabbatah hasta Tone Loc, pasando por Demi Lovato o Steve Aoki, entre los que llegué a reconocer, y alguno se me escapa seguro.

2 comentarios:

Carlos dijo...

Estuve a punto de verla con mi sobrina, pero al final se decidió por Zootrópolis, que es más larga que un día sin pan y tiene pocos momentos divertidos.

Duncan de Gross dijo...

Carlos, esta seguro que te gusta.