“Las Desapariciones” es una producción francesa de 2023, película basada en una novela que no me he leído, y sinceramente no me voy a leer, que mezcla un thriller policíaco clásico, con tintes de sucesos paranormales, que sin llegar al terror, pero tocando el gore en su camino, viene a añadir poco al género que está ya más trillado que un campo extremeño.
“Las Desapariciones” nos lleva, en su narrativa, hasta un pueblo francés perdido de la mano de Dios, Roquenoir, bonito en paisajes, sospecho que bastante endogámico, y donde una serie de asesinatos y desapariciones de niños van a llevar a dos policías al mismo punto de investigación.
Aunque ambos vienen por distintos motivos, e incluso sus maneras de actuar y de abordar los casos son diferentes, los hechos les llevan a colaborar juntos, les guste o no. La comandante Elisabeth Guardiano, parece una mujer fría, implacable e impecable, de perpetuo moño, y carácter Rottenmeyer, viene de perder una hija que se quitó de en medio en la bañera al no soportar los continuos abusos que recibe en su entorno educativo, y que es algo que nos aparecerá en un flash back, en un retroceso vital, para que veamos que el personaje no es un palo. El tema del flash back es muy recurrente en determinados momentos del metraje.
El capitán Frank de Rolan, más relajado, más cercano, viene de dar palos de ciegos ante la desaparición de unos niños, relacionados con una extraña leyenda, un extraño culto, conocido como “El Devorador de Almas”, un semidios pagano, similar al dios celta Cernnunos, que se aparece de vez en cuando en el metraje, con todo su papo y toda su cornamenta, pero que lejos de generar inquietud o terror en el espectador, más bien genera curiosidad y poco más.
Ambos policías, irán poco a poco tirando de hilos en el pueblito de Roquenoir, donde nada es lo que parece, y hay más gente zumbada que mosquitos en el Guadiana. Pueblo pequeño, infierno grande. Eso no hay quien lo quite.
En definitiva: La película tiene un desarrollo clásico de este tipo de thriller, de cine policíaco, y posiblemente hasta los últimos quince minutos no te va a comenzar a parecer realmente interesante, cuando el nudo comience a desenvolverse, y algunas partes de la narrativa te van a parecer predecibles, y otras un tanto más oscuras, relacionadas con videos snuffs, aviones estrellados con drogas y visiones esquizofrénicas.
La sensación de que todo esto ya lo has visto muchas veces, de cliché repetido hasta la saciedad, la vas a tener prácticamente desde los primeros compases de la película, pero definitivamente la explicación final a todo el galimatías es de lo que más he echado para atrás.
Interpretaciones aceptables, pero sin tirar cohetes. Música casi inexistente, buenos planos y fotografía dentro de lo que cabe… Con una doble dirección como es la de Alexandre Bustillo y Julien Maury, que son dos tipos que siempre trabajan juntos y en películas del género de terror, quizás se podría haber esperado más de todo el asunto, que deja un final un tanto frío, decepcionante.
Para estos casos, mi recomendación siempre es la misma, le quitas media hora al metraje de una hora y cincuenta minutos, y ganas en ritmo, y en una hora y veinte minutos cuentas lo mismo, pero con una dinámica distinta, diferente, más amena. De nota le doy su 5 de rigor, para pasar el rato. Si la veis, ya me diréis qué os pareció a vosotros… “Las Desapariciones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario