Ha sido meterme en Netflix, que ya hacía varios
días que la tenía un tanto abandonada, y salirme de sopetón, así de entrada,
como el que no quiere la cosa, una docuserie de la que hasta la fecha no había
oído hablar, ni de pasada siquiera, y ya es raro, tratándose la misma de gatos,
de los que ya sabéis somos muy muy amigos y fans tanto por el blog como por el
canal, dedicándole entradas, vídeos y sobre todo shorts cada vez que podemos, a
nuestros bigotudos amigos.
“Locos por los gatos” (Netflix, 2021) es una
miniserie, que consta de una sola temporada de seis capítulos, con una media de
duración de treinta minutos cada uno.
Tengo que reconocer que la serie me ha tenido
enganchado dos tardes seguidas, aunque sus episodios no rezuman el mismo
interés, por mucho gato que ande metido en el ajo.
Los títulos de sus seis episodios son: Gato rapero,
El espectáculo gatuno no se detiene ante nada, Arte Felino, ¡Al Rescate!,
Santuario de Gatos y ¡Gato al agua!
En cada uno de ellos se presenta a una serie de
personas, con una fuerte vinculación con los gatos, por unos u otros motivos,
que los han llevado a tener una vida prácticamente volcada hacia los gatos, y
en algunos casos concretos, a vivir de ellos, a través de la música o el arte.
Son fieles amantes de los gatos que viven por y para ellos, se podría decir
así, con episodios rodados en Estados Unidos, salo dos concretos, si no se me
ha pasado algún otro:
“Arte Felino”, que nos traslada a Japón, donde la
artista Sachi de Wakuneco nos mostrará su arte realizado en 3D, y con fieltro,
auténticas obras de arte con el gato como principal protagonista de unas obras
artísticas exquisitas, que quitan el hipo a cualquiera…
Y “Santuario de gatos”, donde nos trasladamos a una
isla griega, Siros, donde curiosamente dos extranjeros afincados allí, llegados
doce años antes de los hechos narrados, por diversas circunstancias de la vida,
transformaron y mejoraron la vida de los mininos locales, creando un refugio en
un lugar donde antes la vida de los gatos no importaba a nadie.
El resto de los capítulos giran en torno a un
rapero amante de los gatos, que llegó a atravesar todo el país de cabo a rabo,
para iniciar una nueva vida musical en compañía de sus gatos y de su pareja, y
que es el primero de la serie, “Gato rapero”
La dedicación de Samantha, una adiestradora de
gatos que no tuvo una vida fácil, una adiestradora de gatos con espectáculo
cirquense incluido en “El espectáculo gatuno no se detiene ante nada”.
La iniciativa para rescatar gatos callejeros,
llevada a cabo, curiosamente por otro rapero amante de los gatos, como en el
primer episodio de la serie, en “¡Al rescate!”, y para concluir: “Gato al
Agua!”, donde el gato bengalí Maverick nos mostrará lo que es el surf gatuno
que practica, y como se convirtió en un gran apoyo en todos los sentidos para
sus amigos humanos.
En definitiva: La serie no está mal, aunque es
cierto que no he disfrutado de todos los episodios por igual, y algunos han
despertado más mi interés que otros, por lo que me ha parecido una docuserie
bastante irregular en su desarrollo.
Si eres amante de los gatos, la verás, sin duda, y
ya me dirás que te pareció a ti. Yo le doy un 5 justito, porque creo que no da
para mucho más.
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