Con “The Viking War” (2019) estamos
ante otra de esas películas que da vergüenza ajena, pero además mucha, en
cantidades industriales, de lo malísima que es. Esta es la típica película cuyo
guion se hizo un fin de semana de borrachera, y se realizó en la parcela de un
tipo que invitó a sus colegas, y cuyo montaje y producción no llevó más de tres
o cuatro días.
Estamos en las Islas
Shetland en un momento indeterminado
entre el S. IX-X, y los bersekers, unos mamarrachos disfrazados de las mil
maneras posibles (con espadas con punta roma y de distintas épocas, minifaldas
y peinados de seis leuros) tienen atemorizada a la población local, que nunca
han podido hacerle frente… Hasta ahora, que tienen a Darcie Lincoln (actriz
requetemala como ella sola, pero muy atractiva, hay que decirlo) para
comandarlos.
La película, como digo, es
delirante. La serie “Vikingos” ha traído más mal que bien, ya que son hordas
los que en su estela, hacen estas pifias realizadas con 300 leuros de
presupuesto, y quizás me estoy excediendo. Salen campos de cultivo donde se ven
las ruedas de los tractores, todos los disfraces recién comprados en un bazar
chico, el atrezo de juguete, mezcla de razas, castillos medievales, peleas
teatrales… Una vergüenza de cinta que será venerada en unos años como película
de culto, pero, hasta que eso llegue, ahórrate las casi dos horas de
suplicio puro y duro…
2 comentarios:
Más delito tienes tú por tragarte estas mierdacas jajaja.
Y que lo digas. Es que son hipnóticas.
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