Extrañísima película canadiense
(coproducción con Bélgica y Luxemburgo) esta “Dreamland” (2019) donde se mezcla
la acción de un sicario por hacerse con un dedo de un famoso trompetista de
jazz, con el tráfico infantil, los vampiros y las idas de pinza cada vez más
estrambóticas en un lugar y en un tiempo indeterminado, con personajes
surrealistas a más no poder.
La película no tiene sentido
ninguno, o por lo menos no mucho. Por esa razón, quizás, acabe gustando a
algunos fans del género independiente, y posiblemente, con el tiempo, se
escribirán ríos de tinta sobre ella… Pero, no seré yo quien lo haga. Una hora y
media rara de narices con un Stephen McHattie que hace dos papeles distintos, y
que vi hace poco en “Come
to daddy” y que tampoco me convenció en su día… La dejo a vuestra elección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario