“Fiebre de ladrillo”
(2019) no te va a contar nada que no hayas visto ya mil veces en otras cintas.
Pero tiene su punto de interés y entretenimiento. Ayuda que David Kross borda
el papel protagonista, junto a Frederick Lau (que desde “La Ola”, para mí es el
actor secundario alemán más famoso de los últimos tiempos, también hablamos de él en "El Capitán" que es una ida de pinza).
Víctor es un joven alemán
que se va de casa, después de ver como su padre fracasa estrepitosamente en su
vida, de lío en lío. El tipo es un pícaro, y pronto hace un equipo con un delincuente
de pacotilla con contactos (Gerry), y con una empleada de banca guapa y corrupta
hasta la médula (Nicole). Con la compra-venta
de inmuebles, a través de subastas amañadas y préstamos bancarios, consiguen
hacerse ricos muy pronto, metiéndose en fraudes, y en una vorágine de fiestas,
drogas, cochazos, mujeres y traiciones, mientras Víctor cuenta la narrativa,
desde el principio, a la policía.
Recordando poderosamente a
“El lobo de Wall Street” (2013), no tengo claro si esto es una comedia, un
drama o un thriller, tiene una mezcla de todo un poco… La dejo a vuestra
elección.
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